El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el martes de febrero que su país dispondrá de suficientes vacunas contra la Covid-19 para todos los adultos antes de finales de mayo, dos meses antes de lo que se calculaba hasta ahora.
En una intervención en la Casa Blanca, Biden dijo que el hecho de que haya ya tres vacunas anticovid autorizadas en EEUU -las de Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson- permite adelantar su promesa de tener suficientes dosis para todos los mayores de edad a antes del fin de mayo.
Según el mandatario, están en el buen camino «para tener suficiente vacunas para todos los adultos a finales de mayo», y no a finales de julio, como pronosticó en febrero.
Dos rivales que colaborarán
Biden usará una ley pensada para tiempos de guerra con el objetivo de garantizar la producción masiva de vacunas y, en el marco de esos esfuerzos, dos empresas rivales, Merck y Johnson & Johnson, colaborarán para multiplicar las dosis.
«Cuando llegué a la Casa Blanca me enteré de que Johnson & Johnson llevaba retraso en la producción de la vacuna y que teníamos el potencial de sumar una vacuna muy efectiva a las dos ya existentes», aseguró Biden, cuya Administración anunció este miércoles un acuerdo que pone a los dos competidores a trabajar juntos y utiliza una ley pensada para tiempos de guerra.
«Este es un esfuerzo de tiempos de guerra», aseguró Biden, quien detalló que esperan que todos los empleados de colegios y guarderías y maestros reciban al menos una dosis de la vacuna antes de finales de este mes.
Según el acuerdo, Merck, conocida como MSD fuera de EEUU, producirá en dos de sus plantas la vacuna de Johnson & Johnson, que recibió autorización de emergencia este fin de semana para su suero de una sola dosis.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, indicó en su rueda de prensa diaria que este acuerdo «no tiene precedentes y es histórico, ya que dos empresas que usualmente son competidoras se unen para aumentar la capacidad de vacunación».
La Guerra contar la pandemia
El acuerdo con Merck invoca la ley de Producción de Defensa, una legislación para crisis bélicas ideada durante la Guerra de Corea (1950-53), para la fabricación de la vacuna contra la Covid y asegurarse de que las plantas de esta compañía tienen acceso preferencial a la maquinaría y materias primas necesarias.
Biden aseguró que el Pentágono se encargará de facilitar la logística que permita aumentar la producción de la vacuna monodosis de Johnson & Johnson.
Durante su mandato, el expresidente Donald Trump (2017-2021) también invocó esta ley pensada para emergencias para obligar a General Motors (GM) a producir respiradores al principio de la pandemia, aunque hizo un uso limitado de esta capacidad para forzar al sector privado a fabricar o dar preferencia a cierto tipo de producción necesario en época de guerra.
Merck apoyará a Johnson & Johnson en la parte final de sellado de los viales con el suero, así como en la producción de la vacuna, algo que podría iniciarse en junio.
Según la Casa Blanca, este acuerdo fue posible porque la vacuna de Johnson & Johnson usa una técnica similar a otras disponibles en el mercado para otras enfermedades y que Merck fabrica.
Johnson & Johnson se comprometió la semana pasada a entregar 20 millones de dosis antes de finales de este mes, por debajo de los 37 millones comprometidos en su contrato con el Gobierno federal, algo que motivó la intervención del Ejecutivo estadounidense para encontrar una solución.
La Casa Blanca anunció el martes 2 de febrero que Johnson & Johnson distribuirá inmediatamente cerca de 4 millones de dosis de su vacuna y esto permitirá aumentar las entregas de dosis a los estados a unas 15,2 millones semanales.
La vacuna de Johnson & Johnson solo requiere de una dosis, no dos como en los casos de Pfizer y Moderna, y puede ser almacenada en refrigeradores normales por encima del punto de congelación sin problemas, lo que facilita enormemente la logística.
Casi 77 millones de dosis administradas
No obstante, es alrededor de un 30% menos efectiva a la hora de evitar que el SARS-CoV-2 consiga manifestarse con un contagio de Covid-19, pero previene casi en su totalidad los casos graves de la enfermedad y por ende las hospitalizaciones y las muertes.
La mayor campaña de vacunación de la historia de Estados Unidos, que incluye el desarrollo en tiempo récord de vacunas, ha permitido inyectar 76,9 millones de dosis en el país en el 15% de la población.
Mientras los esfuerzos para inmunizar al país progresan, el gobernador de Texas, Greg Abbott, levantó este martes la orden a nivel estatal de llevar mascarilla para protegerse de la Covid-19, con lo que se convierte en el primer gran estado del país en eliminarlo, pese a las advertencias de las autoridades médicas.
En una rueda de prensa desde Lubbock (Texas), Abbott indicó que también a partir del próximo 10 de marzo todos los establecimientos podrán abrir sin ningún tipo de restricción.
El gobernador justificó su decisión por el buen ritmo de vacunación y señaló que la próxima semana se habrán administrado más de 7 millones de vacunas.
Texas, el segundo estado más poblado con 30 millones de habitantes, es el tercero, detrás de Nueva York y California, con mayor número de muertos por la pandemia con más de 40.000 fallecidos.
Allí, la orden de mascarilla llevaba en vigor desde hacía 8 meses.
Aunque en las últimas jornadas la media diaria de nuevos casos ha descendido notablemente en EEUU, hasta situarse por debajo de los 70.000 diarios, frente a los cerca de 300.000 de comienzos de año, las autoridades siguen advirtiendo del peligro existente, especialmente debido a la aparición de nuevas variantes.
Fuente: EFE