El papa exhortó hoy a que «en este momento crucial de la historia social y económica», debido a la pandemia, se produzca una «reforma a fondo de la economía» que proteja a los trabajadores, sobre todo, a los más vulnerables y a las mujeres.
Francisco envió un vídeomensaje a la 109ª Conferencia Internacional del Trabajo, que se produce en medio de «graves y amplios desafíos para el mundo entero», aunque precisó que «muchos de los trastornos posibles y previstos aún no se han manifestado» y «requerirán decisiones cuidadosas«.
Advirtió del riesgo de que «las prisas por volver a una mayor actividad económica» tras la pandemia lleven a «las pasadas fijaciones en el beneficio, el aislacionismo y el nacionalismo, el consumismo ciego y la negación de las claras evidencias que apuntan a la discriminación de nuestros hermanos y hermanas ‘desechables’ en la sociedad«.
Para evitarlo, es necesario un «nuevo futuro del trabajo fundado en condiciones laborales decentes y dignas, que provenga de una negociación colectiva y que promueva el bien común«.
Francisco pidió atención, sobre todo, «hacia los trabajadores que se encuentran en los márgenes» laborales y que «realizan lo que se suele denominar el trabajo de las tres dimensiones: peligroso, sucio y degradante», como «los jornaleros, los del sector informal, los trabajadores migrantes y refugiados».
Fuente: Unión Radio.