Los senadores del PP que asisten al pleno de la Cámara Alta han abandonado el hemiciclo en protesta por las acusaciones lanzadas desde la tribuna por el senador de Más Madrid Eduardo Fernández Rubiño, quien ha reprochado al PP que en algunas autonomías gobiernan con el apoyo de los «fascistas» de Vox.
«No se puede tener la mano tan larga y la piel tan fina, no se puede llamar terrorista a sus oponentes políticos y al día siguiente rasgarse las vestiduras cuando gobiernan con los fascistas», ha sido la frase del senador madrileño que ha desatado una monumental bronca ante la indignación del grupo popular, cuyos senadores le han interrumpido con gritos y protestas.
Los reproches de Fernández Rubiño venían a cuento de otro incidente ocurrido horas antes, en la sesión de control por unas palabras de la senadora Sara Vilà, quien al recordar las protestas antirracistas en EEUU pidió a Vox y al PP que «tomen nota que la gente nunca más bajará la cabeza ante el fascismo y el racismo».
El portavoz del PP, Javier Maroto, pidió a la presidenta de la Cámara, Pilar Llop, la retirada de esas palabras del diario de sesiones al entender que había acusado de fascista al PP, pero ella rechazó tal posibilidad.