Precios se desbocan en España un 7,4% y llegan a máximos en 30 años

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Los precios de los productos y servicios que se consumen en España se han disparado un 7,4% en febrero respecto al mismo mes del año anterior. 

Una subida que supera en más de un punto la cifra alcanzada en enero (6,1%) y que no tiene precedentes desde julio de 1989; cuando se alcanzó una tasa similar. Para encontrar una inflación más elevada habría que remontarse a diciembre de 1986, cuando los precios subieron un 8,3%. 

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este lunes un primer avance del Índice de precios de consumo (IPC) del mes de febrero; que señala a los alimentos y las bebidas no alcohólicas, los carburantes y combustibles y los precios de la electricidad como los grandes impulsores de la inflación.

Además, el núcleo subyacente del IPC -que se calcula igual que el índice general; pero excluyendo los precios de la energía y los alimentos no elaborados- se ha disparado seis décimas hasta alcanzar el 3%; un registro sin precedentes desde septiembre de 2008. La evolución de la inflación subyacente es muy importante porque da una idea de la amplitud de la crisis y advierte sobre la posibilidad de que la subida de precios se vuelva estructural.

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Más allá de las subidas en los alimentos y los carburantes, los denominados efectos de base han tenido mucho que ver en el elevado IPC de febrero. En enero de 2021 la inflación registraba un 0,5%, una subida modesta si se mira desde el prisma actual; pero notablemente más elevada que la registrada en febrero de ese año, un mes en el que el índice se congeló en el 0%. 

En lo tocante a los precios de la energía -que en enero aportaron 4,1 puntos al 6,1% de la inflación general-; la principal novedad está en los carburantes (gasolina y diésel), que en febrero volvieron a subir. En cambio, la factura de la luz cerró en unos niveles prácticamente calcados a los del mes pasado. El precio medio en el mercado mayorista eléctrico -que determina buena parte de lo que pagan en su factura los consumidores en el mercado regulado; el único segmento que tiene en cuenta el INE para elaborar el IPC- fue de 200,2 euros el megavatio hora (€/Mwh) en febrero; frente a los 201,72 registrados en enero.

Guerra en Ucrania

Los datos que ha avanzado el INE este lunes no son representativos del impacto que está teniendo sobre los precios de la energía la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia. Las tropas de Putin invadieron el país el 24 de febrero; por lo que las alzas registradas en el petróleo y el gas registradas desde esa fecha apenas son significativas.

Sin embargo, el conflicto bélico en Europa del este ha cambiado por completo las perspectivas económicas para los países europeos. Aunque de momento la incertidumbre es enorme, los analistas coinciden en que la guerra ya está teniendo efectos sobre la economía. 

Para Manuel Hidalgo, profesor de economía en la universidad Pablo Olavide e investigador en Esade; si el conflicto sigue su curso o se profundiza «vamos a tener un problema energético brutal» que «se va a traducir en una mayor inflación». Hidalgo sostiene que el alivio en los precios de la energía que se esperaba partir de esta primavera «posiblemente se retrase»; y cada mes de retraso implica «una mayor probabilidad de que la inflación no retorne a un nivel bajo».

En una línea similar se expresa Ángel Talavera, director de Economía Europea en la consultora Oxford Economics, que sostiene que la invasión «significa precios de la energía mucho más altos probablemente durante bastante más tiempo» y también de los alimentos. «A menos que haya alguna resolución sorprendentemente rápida del conflicto nos tenemos que preparar para una inflación persistentemente más alta durante una temporada, con un riesgo cada vez mayor de que el impacto de mayores costes se traslade a todos los productos e impacte también la actividad económica», explica.

La guerra en Ucrania ha disparado aún más los precios del gas y el petróleo, dos productos que ya partían de un nivel muy elevado. El barril de Brent -que marca la referencia de los precios del petróleo en Europa-; ha alcanzado máximos por encima de los 100 dólares (unos 89 euros) en los últimos días.

Por su parte, el precio del gas llegó a superar los 134 €/Mwh en el mercado europeo el jueves pasado, aunque se atenuó hasta los 94 la jornada siguiente. Las subidas del gas se trasladaron automáticamente a los precios de la luz; que este lunes alcanzaba los 278 €/Mwh, el máximo en lo que llevamos de año.

El suministro energético es una de las principales armas con las que cuenta el presidente de Rusia, Vladímir Putin; para contraatacar la fuerte batería de sanciones que han lanzado los países europeos y Estados Unidos. No en vano, Rusia tiene un peso del 41,1% en las importaciones de gas de la UE y del 26,9% en el caso del petróleo.

Un corte brusco en el suministro pondría en problemas a los países que más dependen del gas ruso; como es el caso de Hungría, Finlandia, Alemania o Polonia, que además cuentan con reservas cada vez más escasas de esta fuente de energía.

Sin embargo, esta situación afectaría igualmente a naciones con escasa dependencia de Rusia como España; dado que un corte en el suministro elevaría los precios en todo el mercado europeo.

Con información de 20 minutos

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