Este lunes autoridades del Líbano expresaron sus sospechas de que “una mano externa o interna” induce al vandalismo y la sedición en las protestas que ocurren en ese país.
Durante una reunión del Consejo Superior de Defensa, el presidente libanés, Michel Aoun, calificó de sectarias e inaceptables las acciones vandálicas en que han derivado las recientes manifestaciones. El mandatario se dirigió de forma particular a las agresiones contra los militares y las fuerzas de seguridad.
Por su parte, el primer ministro, Hassan Diab, relanzó las sospechas de una articulación entre “conspiradores extranjeros” y “matones locales” para influir en las movilizaciones. El gobernante expresó que, de forma evidente, las protestas recientes no son contra el hambre y la situación económica.