La explosión del puente de Crimea: un símbolo de poder de Putin 

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Foto: Cortesía

A primera hora de la mañana de este sábado, una gran explosión sacudió el puente de Crimea. Inaugurado hace apenas cuatro años y medio, y el más largo de Europa. Esta infraestructura ha sido todo un símbolo de la anexión rusa de Crimea y del poder expansionista del régimen de Vladimir Putin. Pero ahora, ha sido duramente atacado.

La idea de unir la Rusia continental y la península de Crimea es tan antigua como la época de los zares. En 1910 ya se planteó y años después, ya bajo el régimen comunista de Stalin. Se erigió un puente ferroviario provisional que en 1945 se derrumbó por las condiciones meteorológicas. 

Los nazis también idearon la construcción de un puente para invadir el norte del Cáucaso. Pero no fue hasta el siglo XXI cuando los planes se hicieron realidad.

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Tras anexionarse Crimea en 2014, Putin ordenó la construcción de un puente de doble transporte, ferroviario y por carretera, y exigió que estuviera acabado en 2018. Costó 3.300 millones de euros, y en la parte rodada tiene 16,9 kilómetros y en la ferroviaria, 18,1 km. Es el más largo de Europa.

Inauguración del puente

El propio presidente Putin, entre las protestas de la UE y de la OTAN, inauguró personalmente el puente. Que entró en funcionamiento para el tráfico rodado el 16 de mayo de 2018. A finales de 2019, y también con la presencia de Putin, abrió la parte ferroviaria.

El puente, que sobrevuela el estrecho de Kerch, era el símbolo del dominio ruso y del régimen de Putin sobre Crimea. «Este es un acontecimiento muy importante para Crimea, Sebastopol y todo el sur de Rusia, y también para todo nuestro país», dijo Putin en el momento de su apertura.

La Unión Europea lo consideró como «una violación de la soberanía e integridad territorial» de Ucrania. País que por su parte también protestó por considerar que ocupaba su territorio y que además, limitaba el paso de barcos ucranianos hacia el mar de Azov.

Ahora, este símbolo del nuevo imperialismo ruso ha recibido un duro golpe. El estallido de un camión provocó la ignición en cadena de siete tanques de combustible en un tren que se movía en dirección a la península de Crimea, matando a al menos tres personas.

Rusia asegura que el tráfico del puente ha reabierto este sábado. Pero los daños causados se cifran entre 200 y 500 millones de rublos (3,2 millones y 8,1 millones de dólares). Ucrania celebra los daños, pero sin aclarar en ningún momento una presunta responsabilidad.

Medios ucranianos afirman que el Servicio de Seguridad (SBU) está detrás del acto, y el Comité de Investigación de Rusia ha abierto un caso penal por un supuesto «delito». Moscú acusa a «los vándalos ucranianos» del ataque. Un golpe más simbólico que efectivo y que supone un nuevo revés para la estrategia de Putin en su sangrienta campaña.

Con información de 20 minutos

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