El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha explicado su tardanza en el desfile militar del día de la Fiesta Nacional, al que ha llegado unos minutos tarde. «He salido a menos cuarto, cuando me han dicho», ha dicho en conversación informal con los periodistas en la recepción.
El líder del Ejecutivo ha llegado tarde (pasadas las 11.00 horas) y ha hecho esperar a los reyes. No obstante, esto no le ha permitido esquivar los insultos ni los gritos de «Sánchez dimisión» -hasta cincuenta se han podido contar-. La mayoría de los cuales procedían de los balcones de los edificios aledaños a la Plaza de Lima. Donde estaba instalada la tribuna de autoridades.
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Por su parte, el PP también se ha pronunciado sobre esta tardanza ya la ha calificado como «una descortesía más de un presidente empeñado en no dejar una sola institución del Estado sin agraviar». Fuentes de Génova valoran que el retraso hace que «vuelva a ser protagonista negativo de una festividad para la que no ha estado a la altura».
Esta tardanza de Sánchez constituye uno de los hitos de la jornada. Junto con la ausencia del hasta hace unos días presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. Que ha provocado que no hubiera representación del tercer poder del Estado.
Con información de 20 minutos
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