El líder opositor venezolano Leopoldo López, aseguró que fue difícil tomar la decisión de salir de Venezuela, ya que lo hizo “con el corazón arrugado”, pero López la adoptó consciente de lo que hacía y de que en estos momentos es más útil trabajando desde el exilio que preso en su país.
Por esta razón, el opositor venezolano, que llegó a Madrid el pasado domingo después de haber pasado 18 meses amparado en la embajada española en la capital de Caracas, dejó claro, en su primera aparición ante la prensa desde que llegó a España, que la salida de su país no es abandonar la causa por la que lleva batallando tantos años, sino que trabajará de otra forma para obtener el mismo objetivo.
Además, aseguro que desde Madrid, trabajará en tres objetivos: conseguir la celebración de unas elecciones presidenciales libres, justas y también revisable; para hacer lo que corresponda para que “los responsables” de lo que está sucediendo en Venezuela “sean sometidos a la justicia internacional”, y por último, “buscar todos los mecanismos para tranquilizar el sufrimiento del pueblo”, garantizando que la ayuda humanitaria y la económica lleguen a los venezolanos.
El político, después de dejar Caracas, afirma que Maduro no solo es un dictador, “es un criminal y un asesino”
Por otra parte, Leopoldo López no quiso exponer cómo alcanzó salir de la embajada española y de Venezuela, ni mucho menos quiso decir qué rumbo utilizó para llegar a España, en primer lugar para no implicar a personas que le ayudaron desde dentro y desde fuera de Venezuela, y porque está seguro de que habrá otros muchos venezolanos que pueden necesitar utilizar esa ruta para huir del país. Aunque, negó que haya sido una operación negociada con Maduro.