Un grupo de científicos del Instituto Weizmann de Israel ha propuesto llevar a cabo el modelo cíclico 10-4 para conseguir reabrir la economía sin que ello suponga un repunte de los casos de coronavirus.
Los investigadores del Instituto Weizmann aseguran haber encontrado una salida a este dilema explotando una propiedad clave del coronavirus: su período de latencia, que son esos tres días de promedio entre el momento en que una persona se infecta y en que puede contagiar a otros.
Por ello, han desarrollado un modelo matemático que propone ciclos de dos semanas de trabajo, de forma que se cumplan 10 días en cuarentena y 4 yendo al trabajo o a la escuela. «La estrategia funciona aún mejor cuando la población se divide en dos grupos de hogares que trabajan semanas alternas», asegura Uri Alon, uno de los investigadores que desarrolló el modelo.
«Los modelos que creamos en el Instituto Weizmann predicen que este ciclo de dos semanas puede reducir el número de reproducción del virus, el número promedio de personas infectadas por cada persona infectada, por debajo de uno. Por lo tanto, un ciclo de 10-4 podría suprimir la epidemia al tiempo que permite una actividad económica sostenible», explica.
Este modelo permite también que si una persona está infectada de forma asintomática, estaría en contacto con personas fuera de su hogar durante solo cuatro días cada dos semanas, no 10 días, como con un horario normal. Gracias a esta estrategia se reduciría la densidad de personas en el trabajo y la escuela, lo que reduce la transmisión del coronavirus.
En el caso del colegio, los investigadores explican que «las escuelas pueden hacer que los estudiantes asistan durante cuatro días consecutivos cada dos semanas, en dos grupos alternos, y que usen métodos de aprendizaje a distancia en los otros días escolares».
Los científicos aseguran que el método 10-4 deberán combinarse con el uso de mascarillas y sin olvidar el distanciamiento social. «La estrategia cíclica debe ser parte de una estrategia de salida integral, que incluya la auto cuarentena de aquellos con síntomas, localización y aislamiento de contactos y protección de grupos de riesgo», explica.
Desde el Instituto Weizmann proponen que esta estrategia comience a probarse en regiones limitadas durante periodos de prueba y, si aumentan los contagios, se puede ir ajustando a menos días de trabajo asistencial. Si, al contrario, funciona bien, se pueden ir incluyendo días de trabajo.