La policía de Nigeria informó que unas 205 estaciones de Policía fueron destruidas, así como 22 miembros del personal murieron y otros tantos más sufrieron lesiones durante las protestas contra la brutalidad policial.
El portavoz de la Policía nigeriana, en un comunicado hecho público esta jornada de viernes, dijo: «A pesar de esos ataques no provocados, nuestros agentes de policía nunca recurrieron al uso de fuerza ilegal o dispararon contra los manifestantes».
En esa dirección, la Policía rechazó declaraciones de que sus efectivos abrieron fuego contra manifestantes desarmados, en particular en la ciudad de Lagos, escenario que concentró las más significativas demostraciones callejeras y donde ocurrieron los enfrentamientos del 20 de octubre los cuales causaron muertos y heridos.
De acuerdo a informes anteriores sobre los daños indicaron que al menos en 17 comisarías de policía se produjeron ataques e incendios por parte de «delincuentes que secuestraron las protestas pacíficas contra la brutalidad de la fuerza pública», dice el comunicado.