El mandatario argentino señaló que está a la espera de una prueba PCR para confirmar los resultados y que mientras tanto sigue los protocolos de aislamiento.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció este viernes que ha dado positivo por covid-19 en un test de antígenos luego de experimentar fiebre y un leve dolor de cabeza en el día de su cumpleaños.
«Si bien estamos a la espera de la confirmación a través de una prueba PCR, ya me encuentro aislado, cumpliendo el protocolo vigente y siguiendo las indicaciones de mi médico personal», señaló en su cuenta de Twitter.
El mandatario argentino también precisó que se encuentra bien físicamente y con buen estado de ánimo. Por otro lado, señaló que se ha comunicado a las personas con las que mantuvo contacto durante las últimas 48 horas.
«Debemos estar muy atentos», expresó Fernández pidiendo a toda la ciudadanía que continúe aplicando las recomendaciones vigentes. «Es evidente que la pandemia no pasó y debemos seguir cuidándonos», agregó.
Fernández, de 62 años, recibió a finales de enero la primera dosis de la vacuna contra el covid-19 Sputnik V, la misma que tiene una eficacia superior al 90 % en casos leves y ofrece protección del 100 % en casos graves de la enfermedad, según los estudios.
El Centro de Investigación Gamaleya de Moscú, responsable del desarrollo del fármaco, ha lamentado la noticia y le ha deseado al mandatario una pronta recuperación. Tras recordar que Sputnik V tiene una eficacia del 91,6 % contra los contagios y del 100 % contra los casos graves, el centro aseguró que, «si la infección se confirma y se produce, la vacunación asegura una recuperación rápida sin síntomas graves».
En la misma línea, el director del centro, Alexánder Guíntsburg, apuntó en declaraciones a RIA Novosti que los síntomas del presidente argentino son un síndrome similar a la gripe, y recordó que, de hecho, es posible contagiarse con coronavirus después de vacunarse con Sputnik V, si bien la enfermedad se desarrollará sin complicaciones graves. «La vacunación no excluye el contagio, como decíamos, el 8 % de los vacunados están en riesgo, pero excluye consecuencias graves», enfatizó Guíntsburg.