Amazon llevará hasta el final su batalla contra la creación del que podría ser el primer sindicato de empleados de la compañía en EE.UU., en línea con un antisindicalismo que figura entre las grandes obsesiones de una empresa que ya es el segundo mayor empleador del país.
Los empleados de un almacén de Alabama votaron a lo largo de febrero y marzo si quieren o no organizarse en sindicato, y estos días se está procediendo con el escrutinio, un proceso largo y disputado porque la validez de cada sufragio es analizada de forma individual por parte de la empresa y los trabajadores.
Aunque (los prosindicalistas) ganen, lo que ocurrirá a continuación es que Amazon presentará una queja alegando que la elección no se celebró de la manera debida’, vaticinó en una entrevista con Efe el experto en la compañía y profesor visitante de la Universidad George Washington Robin Gaster.