Apuesta por más terrazas y fachadas verdes en la nueva normativa urbanística de Madrid

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Avanzar hacia un urbanismo sostenible, apostar por la rehabilitación de viviendas y permitir nuevas fórmulas de habitar en la ciudad. Bajo estas premisas se ha concebido la actualización del caduco Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del Ayuntamiento Madrid. La normativa urbanística vigente data de 1997 y las demandas actuales distan mucho de las de hace 24 años. Por ello, este jueves se ha aprobado en Junta de Gobierno el primer paso para renovar el reglamento, que recoge también medidas para poner coto a los pisos turísticos y limitaciones a las cocinas fantasma, cuya superficie se restringe a 350 metros cuadrados máximos.

Mariano Fuentes, delegado de Desarrollo Urbano, el área que ha diseñado la modificación del PGOU, ha hecho hincapié en la necesidad de que en la capital «se realice un urbanismo verde», precisando que «eso solo es posible dando incentivos a la iniciativa privada para que invierta en él». En consecuencia, los elementos de mejora de la eficiencia energética, como el incremento del grosor de los aislantes, no computarán en edificabilidad. Tampoco los cuartos o anclajes para guardar vehículos de movilidad sostenible como las bicicletas.

Asimismo, el ajardinamiento de fachadas y cubiertas se compensará con mayor superficie de edificabilidad permitida. Con ello, el Consistorio espera «contribuir al confort térmico y bioclimático». Si la vegetación se incorpora a estos espacios superiores o verticales, el suelo de la finca destinado a zonas verdes podrá abrirse a otros usos o a ampliar las propias dimensiones del inmueble.

Por otro lado, se pretende incrementar la comodidad y habitabilidad de las viviendas autorizando la instalación de balcones en aquellas que no cuentan con ellos. Ni estos ni las terrazas computarán en edificabilidad. Tampoco lo harán los trasteros en planta baja ni los cuartos de instalaciones en plantas de piso, dejando la cubierta o terrazas para otros usos a fin de favorecer que que las azoteas de los edificios sean transitables y utilizables. La nueva normativa también amparará que los miradores dispongan de persianas u otros dispositivos para la protección solar.

Cuando el reformado PGOU entre en vigor el próximo año los locales podrán transformarse en viviendas, fijándose para ello «reglas claras» respecto a las condiciones de confort, seguridad y accesibilidad que deben garantizarse. Las escaleras adicionales exigidas por la normativa de protección contra incendios ya no computarán en edificabilidad, al igual que ocurrirá con las torres de ascensores en los espacios libres de parcela.

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Regulación del coliving y cohousing

El texto aborda también la regulación del cohausing o el coliving, dos opciones alterntivas de vivienda en las que el inquilino solo dispone de habitación y cuarto propios y comparte las zonas comunes, e incluso gimnasio o lavandería, con el resto de vecinos. «Nos tenemos que dirigir a una sociedad y a un planeamiento más flexible que reconozca todas las formas de vida», ha apuntado la vicealcaldesa, Begoña Villacís, quien ha puesto en valor que el nuevo plan «estará a la altura de una ciudad moderna que avanza muy rápidamente».

La normativa introducirá el coliving como una categoría de residencia comunitaria y se permite el cohousing como una categoría de vivienda colectiva. En esta última tipología se aumenta la superficie mínima exigible, pasando de 30 metros cuadrados a 40. Al mismo tiempo, se eliminará la obligatoriedad de que las viviendas tengan que tener particiones obligatorias, salvo el baño, para atender las distintas necesidades vitales.

Por otro lado, la manifesta escasez de vivienda pública que facilite el emancipamiento de los jovenes ha motivado un cambio de reglas a nivel urbanístico para que en los suelos de uso dotacional puedan construirse edificios residenciales en régimen de alquiler tutelados por la administración pública, bien sea la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) del Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid o el Estado. Asimismo, el Gobierno municipal permitirá la hibridación de usos para que en un mismo edificio convivan dotaciones públicas, como una escuela infantil o un centro juvenil, zona de oficinas y viviendas.

Este jueves se ha aprado el avance de modificación del Plan General de Ordenación Urbana para que en él tengan cabida todos los avances enumerados. Ahora se abre un periodo de tres meses de información pública para que la sociedad civil pueda participar y enriquecer con sus aportaciones el documento. Durante el mes siguiente podrán presentarse alegaciones al texto. La aprobación inicial se espera para el primer semestre de 2022 y la definitiva, concedida por el Gobierno regional, no llegará antes de mediados de ese año.

Con información de MadridDiario|

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