Así se ampliará la Línea 11 de Metro de Madrid

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El barrio de Comillas, situado en el distrito de Carabanchel, ha sido elegido como ‘km 0’ de la próxima ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid. La tuneladora que ejecutará la primera fase del proyecto se montará en el parque que lleva el nombre del barrio y excavará los 5,6 km que separan este punto de la plaza de Conde de Casal; para conectar con la estación del mismo nombre. El nuevo túnel dejará dos estaciones de suburbano nuevas y pasará por debajo del río Manzanares, de los túneles de la M-30 y de la estación de Atocha; entre otros lugares emblemáticos de la capital. 

Así se desprende de la documentación que acompaña al contrato de construcción de esta ampliación; que se publicó hace unos días y admite ofertas de constructoras hasta el 11 de marzo. La previsión del Gobierno de la Comunidad de Madrid es que las obras empiecen, como tarde, el próximo noviembre. De la envergadura de esta fase del proyecto, que en total tiene cinco, da medida el presupuesto base, que supera los 558,8 millones de euros; y la duración estimada de los trabajos: no se espera que concluyan antes del cuarto trimestre de 2026.

Los técnicos de la Consejería de Transportes e Infraestructuras que dirige David Pérez han elegido a Comillas como el punto de partida de la ampliación; porque las excavaciones con tuneladora exigen una zona diáfana para poder montar la estructura y adentrar la maquinaria en el subsuelo; así como ir sacando después la arena y los materiales que deje el sistema en su avance. El parque del barrio se ha considerado el lugar ideal para establecer la base de operaciones. 

El parque de Comillas se renovará por completo

Las grúas, los talleres, la cinta transportadora para cargar los camiones y varias oficinas de dirección de obra; entre otras instalaciones, ocuparán unos 25.000 m2 de esta zona verde, que mantendrá en torno a 10.000 m2 para uso público de los vecinos durante los trabajos. Cuando culminen, el barrio habrá ganado una nueva estación de metro que lo conectará directamente con Atocha y un parque totalmente renovado; pues se invertirán unos cinco millones de euros para adecuarlo cuando quede cubierta la ‘cicatriz’ de la tuneladora.

También se reforestará, porque las obras obligarán a cortar numerosos árboles, algunos de gran porte. La memoria de las obras, que ocupa casi 20.000 folios -en los que hay planos, fotografías y mediciones, entre otra información-; consta que 1.433 ejemplares se verán afectados por las obras de metro. Se preservarán 58, 348 se transplantarán y 1.027 se talarán. Para restituir estos árboles y las afecciones causadas; tras los trabajos se pondrán a disposición del Ayuntamiento de la capital 19.513.

‘A pico y pala’ de Comillas a Plaza Elíptica

Como la tuneladora irá en dirección a Conde de Casal, para conectar Comillas con Plaza Elíptica; de donde viene la L11, se utilizará el método tradicional, o belga, de construcción de metro: con piquetes y martillos. «Casi a mano», precisa Miguel Núñez, director general de Infraestructuras de la Comunidad. 

En la documentación del proyecto vienen los detalles que evidencian las diferencias de velocidad entre uno y otro sistema de construcción; mientras que con la tuneladora se espera avanzar entre 500 y 700 metros al mes, con el manual se calcula un ritmo de 1,5 metros por jornada. La buena noticia es que la distancia a cubrir con el segundo es de unos 679 metros; mucho menos que los 6,1 km que hay que excavar en dirección al centro de la ciudad.

Un trazado más profundo para cruzar el río

Los mayores retos del proyecto de ampliación están precisamente en el trazado hacia Conde de Casal. Desde el parque de Comillas, la tuneladora se encontrará pronto con el río Manzanares y con los túneles de la M-30. Los ingenieros han determinado que el lugar más adecuado para ejecutar el túnel en este punto está a la altura de la pasarela de Arganzuela; el puente cilíndrico de metal que se instaló cuando se remodeló Madrid Río. El trazado será aquí más profundo para salvar el cauce y las infraestructuras de la Calle 30; como carriles de circulación y colectores, y empezará a recuperar pendiente en el paseo de Yeserías. 

En esta avenida, a la altura de la intersección con las calles Naves y Valdelaguna, se construirá la estación de Madrid Río. Tendrá tres niveles, uno de ellos destinado exclusivamente a un gran vestíbulo de 560 m2; al que se bajará desde un templete colocado dentro del parque. Como la de Comillas, será totalmente accesible, con ascensores de gran capacidad y escaleras fijas y mecánicas.

Tuneladora de última generación

Desde la ribera del Manzanares, el trazado irá buscando el paseo de las Delicias para conectar con la estación de Palos de la Frontera (L3), primero, y con Atocha después. La tuneladora que se utilizará en la ampliación de la L11 tendrá 9,3 metros de diámetro y será adquirida por la empresa o empresas que resulten adjudicatarias del proyecto. Este sistema es un viejo conocido de la capital, porque ya se ha usado en otros tramos del metro y en el soterramiento de la M-30. No obstante, desde aquellas obras la tecnología ha avanzado y las últimas mejoras en el mercado se implementarán en la tuneladora que empezará a funcionar en Madrid próximamente. Entre otras, estará dotada un sistema de navegación con control topográfico, otro de comprobar el desgaste de la rueda de corte y un tercero de vídeo en la cámara de excavación.

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La tuneladora será de última generación para una de las actuaciones urbanas en Madrid «con mayor número de interacciones con infraestructuras hasta la fecha». Lo dicen los ingenieros del proyecto, que indican que la densidad de edificios y otras instalaciones con las que linda el trazado es «realmente relevante». 

Afecciones a edificios y al tráfico 

La ampliación de metro pasará por debajo de algunas ‘vecinas’ ilustres de la capital como la estación histórica de Atocha, por ejemplo; y cerca del campanile de la basílica de la Virgen de Atocha o la Real Fábrica de Tapices. Al milímetro se ha estudiado su estado actual y se diseñado el trazado para evitar afecciones. Se auscultarán y monitorearán durante las obras. 

Los trabajos en el subsuelo tendrán su repercusión en la superficie de algunas zonas del trazado. En Comillas, Delicias o el entorno de la avenida del Mediterráneo se ocuparán algunas plazas de aparcamiento, habrá cortes y desvíos de tráfico y aumentará el ir y venir de camiones; sobre todo en la embocadura de la tuneladora, pues habrá que evacuar los materiales que se van sacando. 

El proyecto de obra ya ha previsto itinerarios alternativos y reordenación del tráfico para minimizar el impacto sobre la vida cotidiana de los madrileños. Además, se ha determinado la construcción simultánea de las nuevas estaciones de la L11 para imprimir más velocidad a los trabajos. «No implica una mayor complejidad técnica, pero sí requiere más personal para poder asumir los frentes de ataque simultáneos«; señala el director general de Infraestructuras de la Comunidad.

Cierre de estaciones de metro

Igualmente, en determinados momentos de las obras se prevé el cierre temporal de estaciones de metro para avanzar. La parada del suburbano en Atocha (L1) no funcionará durante seis meses, aunque sí circularán los trenes por el trazado. En Conde de Casal (L6) se tiene que demoler un túnel para construir los nuevos andenes; que tienen un plazo estimado de ejecución también de medio año. En este caso, el tráfico en la línea de metro circular sí se interrumpirá y se pondrá un autobús entre Pacífico y Sainz de Baranda para dar servicio a los viajeros. De momento, se desconoce la fecha en la que se producirán estos cortes del servicio y habrá que esperar al comienzo de las obras y su evolución para conocer los tiempos que se manejan.

La memoria de la ampliación de la L11 en la que constan estos detalles supone la culminación a unos trabajos de estudio; mediciones y diseño que empezaron en 2018. director general de Infraestructuras de la Comunidad. «En la redacción se han intervenido aproximadamente 75.000 horas de trabajo», indica Miguel Núñez; director general de Infraestructuras de la Comunidad. Catorce personas han estado implicadas constantemente en el desarrollo, aunque ha habido picos de 45 personas trabajando a la vez, explica. «La línea 11 va a ser la obra más importante de los próximos años en España»; aseveró este martes David Pérez, consejero de Transportes e Infraestructuras, en los micrófonos de Onda Madrid.

Con información de 20 minutos

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