Bolsonaro afirmó que el Gobierno ya hizo su parte ante falta de oxígeno en Amazonas

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El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo que su Gobierno hizo su parte frente a la crisis sanitaria por falta de oxígeno en Manaos (capital del estado de Amazonas, norte) y volvió a abogar por tratamientos sin eficacia probada para el nuevo coronavirus.

«Siempre estamos haciendo lo que tenemos que hacer. El problema en Manaos, el problema es terrible allí. Ahora, nosotros hicimos nuestra parte, con recursos, medios«, dijo el presidente en una conversación con sus partidarios frente al Palacio da Alvorada, según consigna el diario local Folha de Sao Paulo.

El 14 de enero, el gobernador del estado brasileño de Amazonas, Wilson Lima, informó que se quedaron sin cilindros de oxígeno para los pacientes de COVID-19 ingresados en los hospitales y que enfermos empezarían a ser derivados a otros estados brasileños, reseñó Sputnik.

Bolsonaro también volvió a abogar por un tratamiento preventivo con el uso de hidroxicloroquina, un método defendido por el presidente durante meses, a pesar de que no hay pruebas de que funcione en pacientes con la enfermedad respiratoria.

«Hoy las Fuerzas Armadas han trasladado un hospital de campaña allí (Manaos). El ministro de salud (Eduardo Pazuello) estuvo allí el 11 de enero y le proporcionó oxígeno, comenzó el tratamiento temprano que algunos todavía critican», dijo.

Respecto al tratamiento señaló que los que critican no lo toman, pero que tengan la seguridad de que si tienen un problema con el virus empeorará debido a su edad.

«Ahora ve al doctor y él te recetará, puedes prescribir un tratamiento temprano. Si el médico no quiere (recetar), busque otro médico, no hay problema», añadió.

El 15 de enero la Fuerza Aérea Brasileña informó que comenzó a trasladar pacientes con COVID-19 desde Manaos a otras ciudades para minimizar los impactos en el sistema de salud local.

La situación en el estado de Amazonas es crítica desde hace días; según recuentos de la prensa local, el número de contagios de COVID-19 aumentó un 183% en una semana, y la elevada cifra de muertes está incluso colapsando los cementerios.