CCOO y UGT llevan a los tribunales la prohibición de su concentración para el 8-M

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CC.OO. y UGT de la Comunidad de Madrid han recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la prohibición por parte de la Delegación de Gobierno en Madrid de su concentración, que habían convocado como cada año en la Plaza de Cibeles, por el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, pues consideran que vulnera el derecho de reunión y manifestación al no estar restringido dentro del estado de alarma por la pandemia.

La impugnación conjunta de los sindicatos se suma a los recursos de CGT y Movimiento Feminista de Madrid. Los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) se reunirán este sábado para deliberar sobre el asunto, tomando como criterio las resoluciones similares dictadas desde que comenzó en marzo la pandemia.

En la rueda de prensa telemática representantes de ambos sindicatos, ya habían adelantado que llevarían a los tribunales esta situación con la que, según exponen, se trata de «demonizar y criminalizar» el movimiento feminista del 8-M y han defendido que un alto porcentaje de las concentraciones presentadas ante la Delegación están «ajustadas a derecho».

En concreto, la secretaria de Organización de CC.OO. Madrid, Paloma Vega, ha reprochado que «no se puede criminalizar al 8-M como si fuera la única manifestación de todas que provoca contagios». Por ello, ha afirmado que van a presentar un recurso porque entienden que la resolución de denegación «atenta contra derechos fundamentales» y que el acto programado por los sindicatos estaba «dentro de la legalidad».

En el recurso se solicita que se acuerde haber lugar a la concentración «al ejercicio libre del derecho fundamental de reunión contenido en la solicitud de concentración unida, revocando y anulando la resolución impugnada». Esta concentración arrancará a las 11.00 horas y se prolongará hasta las 14.30 horas. Tiene prevista la asistencia de 250 personas y contará con servicio de orden como medida de seguridad, así como dos vehículos de apoyo.

Los sindicatos consideran que la prohibición vulnera el derecho regulado en la L.O. 9/83, que regula el derecho de reunión pacífica y sin armas, reconocido en el artículo 21 de la Constitución.

Por otro lado, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado que este acto del 8-M es «fundamental» porque pese a que la lucha de las mujeres es «diaria», se trata de un evento en el que se visibilizan todas las reivindicaciones del feminismo. En este sentido, ha señalado que «por desgracia» querían mostrar un año más las brechas a las que se enfrentan las mujeres.

«Del todo demencial» prohibir estos actos

«Este año tenemos la gran sorpresa de que desde las instituciones también nos están demonizando siendo las más responsables», en una región con «una laxitud tremenda en las medidas sanitarias».

«Semana tras semana se han estado produciendo manifestaciones y son capaces de prohibirnos el 8-M», ha reprochado, algo que ha calificado «del todo demencial» mientras terrazas, transportes y conciertos están «atestados» en Madrid. «No tienen ningún problema de dejar abierto el perímetro en Semana Santa porque vamos a contagiar las mujeres trabajadoras y no el resto de turistas», ha añadido Sánchez.

En concreto, tanto ella como la secretaria de las Mujeres de CC.OO. de Madrid, Pilar Morales, han hecho hincapié en que se trataba de una concentración con medidas «pautadas» y distancia de seguridad. «No solamente estamos sufriendo la precariedad sino que ahora somos las culpables de todos los males», ha espetado la representante de UGT.

En esta línea, Morales ha criticado que se utilicen «cortinas de humo» para que no se hable de la situación real de las mujeres trabajadores con «falsos debates». Así, ha denunciado que la Comunidad de Madrid, siendo una región «rica», no acabe con las colas del hambre, en la que se sitúan especialmente las mujeres.

«Del paro de la pandemia más del 53% son mujeres, en los bares también hay muchas mujeres. A ver si hablamos alguna vez para cambiar la economía de esta ciudad para que no sea de cerveza y pinchito», ha expresado, a lo que ha añadido que las mujeres seguirán con su lucha «hasta que el patriarcado caiga, que va a caer».

La secretaria de Organización de UGT Madrid, Rosa Moreno, ha señalado que se sienten «indignadas» por que se prohíban todas las manifestaciones y no entiende por qué la Delegación de Gobierno no ha hecho una «criba» con las que estaban bien convocadas, respetando la legalidad, y las que no.

Considera que se trata de un «jarro de agua fría», que a quien beneficia es a la derecha y a la ultraderecha. «Seguiremos con nuestras movilizaciones como podamos, a pesar de todo que no sea crea la ciudadanía que nos vamos a quedar quietas», ha asegurado.

«El derecho de manifestación no se le ha quitado a nadie, ni a la ultraderecha»

En la rueda de prensa, han participado también los secretarios general de UGT y CC.OO. Madrid, Luis Miguel López Reillo y Jaime Cedrún, respectivamente, que han señalado que el derecho de manifestación no se le ha quitado a nadie, «ni a la ultraderecha» y que esta situación «enmascara» la desigualdad que sufren las mujeres.

Reillo ha valorado que la decisión de la Delegación de Gobierno en Madrid de prohibir todas las concentraciones presentadas hasta el momento es «abuso de poder» y que «no viene a cuento que se ataque permanentemente al 8-M». «Este ataque misógino e indiscriminado hacia la mujer me parece una barbaridad», ha sostenido.

Por su parte, Cedrún ha apostillado que esta prohibición ha sido «un gran triunfo del patriarcado machista en esta Comunidad, impulsado por la ultraderecha y animado por nuestra presidenta (Isabel Díaz Ayuso)».

Asimismo, ha subrayado que el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, «no tiene competencias para suspender una manifestación», aunque sí para decir cómo, cuándo y dónde se hace. «El delegado del Gobierno está contribuyendo a la criminalización del movimiento feminista», ha reprochado.