Cera de vela como combustible para cohetes espaciales: ¿cómo funciona esta tecnología?

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FOTO: EL DIARIO

HyImpulse, una empresa alemana de tecnología espacial, logró con éxito la prueba de lanzamiento del cohete SR75, un vehículo de 12 metros y 2,5 toneladas de peso que funciona con parafina, también conocida como cera de vela. 

Este vuelo de prueba suborbital, diseñado para transportar satélites comerciales al espacio, se realizó el 3 de mayo desde Australia del Sur. 

“Estamos destacando la destreza de Alemania como nación espacial y ampliando el acceso de Europa fuera de la Tierra”, indicó el director ejecutivo de HyImpulse, Mario Kobald, en las redes sociales de la empresa.

El SR75 destaca por la tecnología innovadora que lo impulsa. A diferencia de los cohetes que utilizan combustibles tradicionales, este funciona con cera de vela.

La empresa señaló que este material además de ser abundante en el mercado, es más económico y seguro. HyImpulse logró superar las complejidades técnicas asociadas a la combustión de parafina, lo que abriría la puerta a una nueva era en la propulsión espacial.

De acuerdo con la información de la compañía tecnológica, el motor cohete con sistema de combustión de cera de vela elimina el riesgo de explosiones y reduce los costos en un 50 %.

Detalles del cohete

El cohete está fabricado con materiales como plástico y reforzado con fibra de carbono, lo que reduce su peso y huella ambiental.

Este modelo espacial es capaz de transportar pequeños satélites con un peso de hasta 250 kilogramos a una altitud de hasta 250 kilómetros. 

No obstante, en el vuelo de prueba solo alcanzó los 60 kilómetros de altura debido a que el objetivo era probar su funcionamiento sin llegar al espacio, que se sitúa a casi 100 kilómetros sobre el nivel del mar.

El SR75 de HyImpulse también cuenta con un sistema de paracaídas reutilizable para garantizar su regreso a la Tierra de forma segura.

Uso de cera de vela en cohetes

HyImpulse destacó que la idea de usar cera de vela en cohetes no es de ellos, ya que los estudios al respecto comenzaron en la década de 1930. Sin embargo, por las dificultades en los procesos para probarlos como una alternativa amigable con el ambiente, eficaz y económica no habían avanzado lo suficiente hasta ahora.

Uno de los procesos que deben realizar es sintetizar la parafina obtenida del petróleo con energías renovables para que las misiones espaciales generen emisiones neutras de CO2.

Este proyecto de cohetes impulsados con cera de vela fue financiado tanto por el sector privado alemán como por el respaldo público.

La prueba del cohete alemán permitió que la compañía recibiera pedidos de otras empresas, con un valor por encima de los 100 millones de dólares, para el transporte de satélites al espacio.

La compañía de tecnología espacial también resaltó que esperan superar los 700 millones de dólares por ventas anuales para el año 2032.

Además, están trabajando actualmente en el desarrollo de un segundo cohete más grande, llamado SL1, que estiman sea capaz de transportar cargas de hasta 600 kilogramos a órbita espacial. 

El SL1 utilizará un sistema de propulsión híbrido de cera de vela y oxígeno líquido. Este cohete estaría operativo en aproximadamente un año y medio, según la empresa.