La transmisión de la 93ª edición de los premios Óscar registró en los Estados Unidos el rating más bajo de su historia. Por primera vez, la ceremonia tuvo una audiencia menor a 10 millones de personas, una caída del 58% en comparación con las 23,6 millones que sintonizaron la gala el año pasado.
La caída de espectadores ilustra una vez más una tendencia en esta dirección en todas las galas de premios, considerando que las audiencias de los Emmy de septiembre y de los Grammy de marzo también registraron los niveles más bajos de la historia. La audiencia de los Globos de Oro en febrero, en tanto, se hundió un 60% respecto del año anterior.
Con la esperanza de atraer a los espectadores sin dejar de cumplir las medidas de seguridad contra la pandemia, los productores de este año probaron algunas cosas nuevas. Sin embargo, de acuerdo a los números posteriores, no dieron resultado.
Los premios se transmitieron por primera vez desde una histórica estación de tren ubicada en el centro de Los Ángeles, en un ambiente más íntimo que únicamente albergó a los nominados y sus invitados. Al evento presencial solo acudieron 170 personas. Los invitados fueron rotando de mesas y se les permitió no usar mascarillas cuando las cámaras estaban prendidas.
“Nomadland” ganó el Oscar a la Mejor Película, mientras que su protagonista, Frances McDormand, recibió el premio a la Mejor Actriz en una noche en la que varios artistas obtuvieron el galardón por primera vez y que marcó un regreso al glamour de Hollywood luego de largas restricciones por la pandemia.