Al rededor de 40 personas, armadas con barras de metal y fuegos artificiales, atacaron una comisaría en Champigny-sur-Marne, suburbio al sudeste de París.
Durante el asalto, los atacantes emplearon fuegos artificiales como morteros y dañaron varios coches policiales estacionados cerca de la comisaría, así como algunas de las ventanas del edificio.
«Ataque violento esta noche contra la comisaría de Champigny con disparos de varios morteros y proyectiles», denunció en su cuenta de Twitter el cuartel general de la Policía de París, precisando que «ningún oficial resultó herido».
El Sindicato de Comisionados de la Policía Nacional (SCPN) ha indicado en su cuenta de Twitter que dicho ataque «es una señal más del aumento de la violencia y del sentimiento de impunidad «. «Las palabras ya no son suficientes, necesitamos una estrategia, acciones, decisiones», ha concluido.
