José Luis Abet, el asesino de Valga obtiene una condena a prisión permanente revisable por matar a su ex mujer, a su ex cuñada y a su ex suegra delante de sus hijos; de acuerdo a la sentencia publicada por la Audiencia Provincial este pasado viernes.
El homicida, llevo a cabo el acto delante de los hijos que tenía en común con la víctima, porque “quería expresamente” que estos presenciaran cómo la mataba.
Asesino de Valga obtiene condena de prisión permanente revisable
A las ocho de la mañana, José Luis Abet, conocía “perfectamente” que su ex pareja de la que se había separada casi dos años antes; llevaría a los dos menores en coche al colegio. Escogió ese momento exacto para llevar a cabo el asesinato, atravesó con su vehículo delante del portal para dejar a la mujer sin escapatoria; y dispararle cuatro tiros por la ventanilla.
Los niños, que tenían para el momento de los hechos; siete y cuatro años respectivamente, presenciaron como su padre atacó a su madre desde los asientos traseros de coche.
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Este es uno de los hechos que da por probado al tribunal del jurado sobre lo que aconteció la mañana del 16 de septiembre de 2019, a las puertas de aquella casa del municipio de Valga.
Abet era “plenamente consciente de la presencia y proximidad de los menores en el momento de dar muerte a su madre, abuela y tía”, explicó la sentencia. El acusado no ignoraba, tampoco, que ser testigos del triple crimen perjudicaría gravemente la integridad psíquica de los menores, tanto por su edad, como por la “vinculación afectiva” de los niños con las tres mujeres tiroteadas.
Los menores de edad presenciaron los asesinatos
Lo que sucedió aquella mañana fue lo siguiente. Abet se plantó ante la casa de su ex familia política con la intención de matar a la madre de sus hijos. Pese a que no tenía licencia de armas, el hombre al que le faltaban pocos minutos para convertirse en triple homicida llevaba un revólver que después de los crímenes acabó tirando al río Tambre.
Con el coche de su ex marido atravesado, Sandra Boquete, que entonces tenía 39 años, se vio obligada a detener su vehículo. No tuvo escapatoria. Abet le disparó cuatro tiros a quemarropa que acabaron con su vida al momento. Los dos menores, como se ha dicho, estaban en los asientos posteriores. Los niños lo vieron todo.
Abet arrancó su vehículo para escapar, pero se encontró de frente con el coche de su exc uñada y su ex suegra. Habían acudido a toda velocidad después de que Sandra les llamase alarmada por la presencia y actitud de su ex marido.
El acusado aparcó entonces su vehículo y entró en la finca, disparando hasta en cuatro ocasiones contra Alba, su ex cuñada, que tenía 27 años, cuando ésta intentaba socorrer a su hermana. Luego, Abet efectuó otros tres disparos contra María Elena, su ex suegra, de 59 años. Ambas mujeres de acuerdo a lo publicado en la sentencia murieron de forma inmediata, en presencia de los menores; que “permanecían agazapados en un rincón de la finca”.
El tribunal de la Audiencia Provincial de Pontevedra concluye que Abet no solo buscó expresamente que sus hijos fuesen testigos del asesinato de su madre, sino que era perfectamente consciente también de que los menores estaban presentes cuando mató a su tía y abuela.
Homicidios cometidos por razón de género
La sentencia confirmó que José Luis Abet sentía “un profundo desprecio hacia su ex esposa”.
En base al veredicto del tribunal popular, la magistrada Rosaro Cimadevila Cea concluyó que el acusado la consideraba inferior “por su condición femenina”; y que había decidido matarla “como un acto de imposición y dominación”.
Su odio era extensivo hacia las otras dos mujeres, a la que también “consideraba inferiores por el hecho de su condición femenina”. Eso “contribuyó a que decidiera matarlas como acto de imposición hacia ellas”.
Delitos por lesiones psíquicas a sus hijos
La sentencia de la Audiencia, diez días después del veredicto de culpabilidad, impone a Abet, en concreto, a una pena de 24 años y medio de cárcel por el asesinato de su ex mujer; otros 23 años y medio por el de su ex suegra, y prisión permanente revisable por el de su ex cuñada.
Esto es así porque el Código Penal fija la imposición de la pena de prisión permanente revisable para la persona condenada por más de dos asesinatos.
En los tres crímenes, la sentencia ha tenido en cuenta el agravante de haberlos cometido por discriminación por razón de género. En su haber, le aplica la circunstancia atenuante de colaboración por haber confesado dónde había arrojado la pistola con la que había cometido el triple crimen.
Además, la Audiencia de Pontevedra también le impone otros nueve años de cárcel por dos delitos de lesiones psíquicas sobre sus hijos y otros dos años a mayores por tenencia ilícita de armas.
Con información de | ABC Galicia
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