El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hizo un anunció, sobre las nuevas sanciones a la isla de Cuba, de manera que le prohíbe a los estadounidenses alojarse en los hoteles de la isla y comprar tabaco o alcohol para traer de regreso a su país, en un intento de conquistar a los votantes latinos del estado clave de Florida.
De manera que, el presidente estadunidense expresó lo siguiente «Hoy anuncio que el Departamento del Tesoro prohibirá a los viajeros estadounidenses alojarse en propiedades cuyo propietario sea el Gobierno cubano», lo dijo Trump durante un acto en la Casa Blanca con excombatientes que tuvieron participación en 1961 en la fallida invasión de Cuba en la Bahía de Cochinos.
La medida estrangula aún más el sector turístico de la isla, donde todos los hoteles están siendo vinculados al Gobierno cubano, y deja como única elección a los estadounidenses quedarse en casas particulares de cuentapropistas.
Hasta el momento, los estadounidenses se le permitía permanecer en muy pocos hoteles de Cuba, puesto que el Gobierno de Trump paralizó hace tres años las transacciones con empresas controladas por los servicios militares, de inteligencia y de seguridad de Cuba; y las Fuerzas Armadas vigilan muchos de los alojamientos de la isla.
Esta nueva medida, le esta afectando a una cifra de 433 hoteles de la isla cubana, detalló en una comparecencia ante la prensa Carrie Filipetti, responsable en el Departamento de Estado de EE.UU. de la política hacia Cuba y Venezuela.
Además, a medida que se aproximan las elecciones del 3 de noviembre, en las que busca un segundo mandato y quiere retener el favor de los estadounidenses de origen cubano en el estado clave de Florida, el presidente Trump ha endurecido su discurso hacia La Habana.
«No levantaremos nuestras sanciones a Cuba hasta que todos los prisioneros políticos sean libres, se respeten las libertades de asamblea y expresión, todos los partidos se legalicen y se programen elecciones libres», señaló Trump.