Ahora EEUU pide a China rebajar la tensión tras acometer Pekín las mayores maniobras militares de su historia en aguas de Taiwán.
El mundo ha entrado en unos niveles de agitación que hacen que el foco cambie a una velocidad de vértigo. Ahora se centra en Taiwán, y todo porque el viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Lejos de ser una visita inocente ha despertado la ira de China, que defiende que la isla es una pata más del gigante asiático. Otro choque entre potencias.
Y es que China decidió desde este jueves desplegar en el entorno de Taiwán unas maniobras militares «sin precedentes». Para responder a Estados Unidos. Mientras, el Ejecutivo taiwanés aseguró que está en contra de un aumento de las tensiones pero no renunciará a su soberanía.
Guerra no, pero sí una escalada importante. ¿Cómo? Con maniobras militares con fuego real sin precedentes por parte de Pekín. Estos movimientos equivalen a un «bloqueo marítimo y aéreo» de Taiwán. Isla autogobernada y democrática que Pekín considera parte de su territorio y no descarta invadir, según el Ministerio de Defensa de la isla.
Las maniobras con fuego real han impuesto el cierre del espacio marítimo y aéreo en seis zonas alrededor de la isla. Incluyendo en principio aguas territoriales de Taiwán, que ha asegurado que, pese a que no desea una «escalada» de la situación. «No se echará atrás» en lo que respecta a su «seguridad y soberanía».
Tiene como claro aliado a Estados Unidos, mientras que Rusia defiende las decisiones tomadas por China y la UE aspira a que se alcance una solución pactada, Aunque defiende las tesis de Pekín (no en vano, el gigante asiático es el mayor socio comercial del bloque en lo que se refiere al intercambio de bienes).
Japón
Además, los movimientos chinos ya afectan a más actores. En Japón las alarmas también se han encendido. Tokio comunicó de hecho que cinco misiles balísticos disparados por China durante sus maniobras de este jueves cayeron en aguas pertenecientes a su zona económica especial.
Tras ese incidente el Gobierno nipón ha pedido explicaciones a Pekín y la portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hua Chunying. Confirmó que la reunión prevista entre los ministros de Exteriores chino y japonés, Wang Yi y Yoshimasa Hayashi, respectivamente. Se ha suspendido debido a las importantes discrepancias.
El mundo, con todo, queda en alerta. La situación en el estrecho de Formosa ha acaparado la atención de la reunión de los ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Que transcurre este jueves y viernes en Nom Pen (Camboya), un grupo que trata de mantener la equidistancia entre China y Estados Unidos, ambos socios clave.
Los cancilleres del sudeste asiático advirtieron que las tensiones entre China y EEUU sobre Taiwán pueden provocar «conflictos abiertos y consecuencias imprevisibles entre grandes potencias». A las que pidieron «abstenerse de acciones provocadoras».
A la reunión también asisten el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken; el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Quien afirmó que «no hay justificación» para los ejercicios militares de China; el canciller chino, Wang Yi; y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
El propio Blinken aseguró que «la escalada no sirve para nada y podría tener consecuencias imprevistas que no sirven a los intereses de nadie». Y pidió que China no use la situación actual como una «excusa» para generar más tensión.
Un total de 19 horas. Ese es el tiempo que estuvo Pelosi en la isla asiática para reafirmar «el compromiso» de Estados Unidos «con la libertad» de Taiwán. Fue recibida como una estrella. Pero China no tardó calificar el movimiento como «una provocación y una traición». Mientras, en la Casa Blanca hubo recelo después de que el Gobierno de Joe Biden recomendase no realizar la visita.
No fue hasta el último momento cuando realmente se supo que el destino final de la tercera autoridad de EE UU era Taipei. Washington tuvo que salir a explicar que en todo caso el movimiento no iba en contra de la política internacional del país. Pero la mecha ya estaba prendida.
Y Rusia no desaprovechó la ocasión y salió en defensa de Pekín. El propio Lavrov aseguró que Estados Unidos se cree «impune» frente a China. «No veo otra razón para explicar esta molestia». sentenció. El Gobierno de Xi Jinping, terminó Lavrov, «tiene derecho» a responder «a las provocaciones» estadounidenses.
El ‘Ronald Reagan’ en acción
China se mueve, pero Estados Unidos también. Así, el portaaeronaves de la Armada USS Ronald Reagan ha iniciado este jueves una serie de operaciones en el mar de Filipinas. Un portavoz de la Séptima Flota de Estados Unidos ha indicado que el buque se encuentra realizando una misión en el oeste del Pacífico al sureste de Taiwán.
«El USS Ronald Reagan sigue con sus operaciones de forma rutinaria en el mar de Filipinas tal y como estaba previsto», ha indicado, según un comunicado.
Te puede interesar: Gobierno trata de sacar adelante la ley de Seguridad Nacional
Así, ha señalado que se trata de labores de patrullaje rutinario «en apoyo a una región del Indo-Pacífico abierta y libre». Este buque es el único de la Armada de Estados Unidos desplegado actualmente en la zona y su base se encuentra en Yokosuka, una ciudad clave en Japón.
Pelosi retorna, pero el choque no acaba
Con todo, la penúltima parada del tour de Nancy Pelosi por Asia ha sido Corea del Sur (para cerrar el mismo precisamente en Japón). Desde allí centró sus mensajes en Corea del Norte, hablando de disuasión frente a sus desarrollos armamentísticos.
La presidenta del Congreso estadounidense se reunió con su homólogo surcoreano, Kim Jin-pyo. Mantuvo una conversación telefónica con el presidente del país, Yoon Suk-yeol, y visitó la frontera desmilitarizada intercoreana.
Ambas partes se comprometieron a mantener «los esfuerzos de ambos gobiernos para la desnuclearización y la paz a través de la cooperación internacional y los diálogos diplomáticos». Sustentados sobre «una disuasión poderosa y extendida» ante Pionyang, indicaron en un comunicado conjunto.
Ambos también expresaron su «preocupación por la grave situación, en la que el grado de amenaza de Corea del Norte está aumentando». En alusión al número récord de lanzamientos de misiles realizados este año por Pionyang y los indicios sobre un nuevo test nuclear del régimen que puede tener lugar de forma inminente.
El presidente surcoreano afirmó en la misma línea que la visita de Pelosi supone «una señal de disuasión por parte de Corea del Sur y Estados Unidos hacia Corea del Norte», según dijo su portavoz.
Con información de 20 minutos
Siguenos en nuestras redes:
Twitter: @Madridnews24es | Facebook: Madridnews24 | Instagram: Madridnews24