«Aunque con limitaciones, la ciudad funciona». Así ha definido el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, el estado actual de Madrid tras la devastadora nevada. Los efectivos municipales han despejado ya 1.784 calles en la totalidad de su recorrido y otras 2.000 de manera parcial. El Ayuntamiento de la capital mantiene desplegado un dispositivo «sin precedentes» compuesto por más de 7.230 personas que trabajan para recuperar por completo la normalidad.
Una flota que supera los 1.000 vehículos, incluidas 200 máquinas quitanieves, trabajan para restablecer la movilidad, que retoma el ritmo de forma paulatina. Según cifras aportadas este jueves por el propio regidor, ayer circularon por la M-30 más de 350.000 vehículos y los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) han transportado esta mañana un 27 por ciento más de viajeros que en la del miércoles.
En concreto, se encuentran operativas 34 líneas de la EMT con hasta 450 autobuses en las calles en estos momentos. El servicio se incrementará en función del avance en las tareas de limpieza en los viales. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha ofrecido al Consistorio nuevos medios disponibles tras liberar de nieve las carreteras nacionales, una ayuda que Almeida ha agradecido. Además, desde el inicio de la nevada se han esparcido 33.000 toneladas de sal.
La vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha precisado que al Ayuntamiento «es consciente de que queda mucho por hacer«, pero ha asegurado que «se está haciendo acopio de todos los instrumentos y el apoyo del que son capaces». En esta línea, Martínez-Almeida ha señalado que el equipo de Gobierno «no niega que la situación en las calles no es la óptima». No obstante, considera que «no puede decirse que sea imposible circular por la ciudad».
El también portavoz nacional del PP ha expresado su intención de «no hacer discursos triunfalistas, ni mucho menos», pero ha querido poner en valor y pedir «respeto» para los servicios de Seguridad y Emergencias y Medio Ambiente y Movilidad «que han vuelto a hacer lo imposible sin tregua, sin respiro ni descanso alguno para garantizar la movilidad desde que dejó de nevar».