Una pesadilla para la economía culé. En 2014, la Asamblea del FC Barcelona aprobó por referéndum el llamado Espai Barça, un proyecto en el que se remodelarían las instalaciones deportivas del club blaugrana.
En un principio el proyecto tenía un presupuesto de 600 millones de euros: 200 millones de recursos propios; 200 millones financiados por un patrocinador que pondría un nombre comercial (title rights) detrás del nombre de ‘Camp Nou’ y 200 millones de deuda bancaria.
El club se comprometía a no pasar tres líneas rojas durante el plan de financiación original: la remodelación no costaría dinero a los socios, pagar las obras no pondrían en riesgo la gestión deportiva y nunca se hipotecaría el patrimonio del club como garantía de pago.
Una pesadilla para la economía culé
En 2021, ese precio del Espai Barça se ha disparado hasta tal punto que; según el diario Ara, el coste del proyecto se ha duplicado, conforme al presupuesto que maneja la Junta Directiva de Joan Laporta; el coste del proyecto asciende hasta los 1.200 millones de euros.
Laporta desveló, en su comparecencia ante la prensa del pasado lunes, que el proyecto sufrirá algunas matizaciones como la creación de otra anilla con zona VIP para no tener que pasarles a la tercera gradería.
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De hecho, miembros de la comisión encargada del Espai Barça ha estado desde junio visitando estadios alrededor del mundo; como el Santiago Bernabéu, San Mamés; el Tottenham Hotspur Stadium y el US Bank de Minneapolis como inspiración para el Camp Nou.
Según dejó caer Laporta, la nueva financiación podría someterse a un referéndum telemático; aunque se desconoce si la Junta Directiva pedirá el respaldo de los socios para llevarlo a cabo.
Con información de 20 Minutos
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