El Gobierno aprueba un paro de hasta 600 euros al que podrán acceder los artistas con 60 días de cotización.
La prestación por desempleo específicamente diseñada para el ámbito cultural, una de las principales reivindicaciones del sector, ya es una realidad. El Consejo de Ministros aprobó este martes la puesta en marcha de este beneficio social, por el cual tanto los artistas como los trabajadores de las actividades técnicas y auxiliares podrán cobrar un paro de hasta 600 euros mensuales. Si acreditan haber cotizado al menos 60 días en los últimos 18 meses o, en su defecto. Haber trabajado al menos seis meses en los últimos seis años en el sector cultural.
La puesta en marcha de la prestación la han trabajado conjuntamente el Ministerio de Cultura de Miquel Iceta, el de Seguridad Social de José Luis Escrivá y el de Trabajo de Yolanda Díaz. Quien fue la encargada de presentar el decreto y agradeció a sus compañeros la coordinación para poner en marcha la norma. Los artistas y trabajadores del sector podrán cobrar la prestación durante cuatro meses. Y además su disfrute será compatible con la percepción de derechos de la propiedad intelectual y de imagen.
La cuantía del paro será de 600 euros para las cotizaciones que superen el umbral de 61 euros, mientras la prestación quedará en 480 euros al mes si el cotizante ha aportado menos de esa cantidad. Los trabajadores culturales, además, no deberán tener derecho a una prestación contributiva ordinaria para poder cobrar este nuevo paro específico para ellos. Aunque si la prestación especial es más beneficiosa que una prestación previa, pendiente de reanudar. Sí podrán optar por recibir el nuevo paro específico.
El decreto aprobado este martes, además, incluye un umbral reducido para los artistas de bajos ingresos. Un colectivo que incluirá a todos aquellos que operen como autónomos e ingresen 3.000 euros anuales o menos por su actividad. En 2023 se fija una base de cotización para ellos de 526,14 euros, lo cual supone una cuota mensual de 161 euros. Para intentar adaptarse a la irregularidad de muchas de las actividades del sector cultural. El ingreso de estas cuotas de trabajo por cuenta propia podrá ser trimestral, en lugar de mensual.
Asimismo, se establece que la actividad artística pueda compatibilizarse con el cobro de la pensión de jubilación en todos los casos. Ya que hasta ahora esa compatibilidad sólo alcanzaba a actividades que generaban derechos de propiedad intelectual. Por ejemplo, a partir de ahora los artistas -así como también los trabajadores de actividades técnicas o auxiliares en el caso de artes escénicas, audiovisuales o musicales-. Podrán lucrarse de la presentación de un libro y no solo de los derechos de propiedad de la obra.
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En este sentido, se regula la cotización de los pensionistas cuando realicen actividades artísticas. Que será únicamente por contingencias profesionales, con una cotización especial de solidaridad del 9% de contingencias comunes. Y los beneficiarios de una pensión no contributiva podrán también compatibilizarla con los rendimientos de su actividad artística. Siempre que no superen el umbral del salario mínimo, que actualmente es de 1.000 euros mensuales en 14 pagas o 14.000 euros anuales.
La vicepresidenta Díaz aseguró que la aprobación de esta nueva prestación supone la prueba de que, «hasta el último día de la legislatura», el Gobierno va a «ensanchar derechos» y «mejorar la protección social de todos los colectivos». «Hay muy pocos países que cuenten con una protección como esta», se enorgulleció Díaz, que insistió en que el Ejecutivo «está comprometido con todo su país, pero especialmente con quien más lo necesita». Y llamó la atención sobre que el sector de la cultura tiene, por su propio funcionamiento, «enormes vulnerabilidades y necesita muchísima protección».
Con información de 20 minutos
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