Los ancianos son un grupo de riesgo y en esta pandemia las personas mayores sufrieron especialmente la primera ola de coronavirus. Y aunque ahora la situación en las residencias de mayores en Madrid está bastante controlada, el miedo a los contagios en estos centros ha propiciado que empresas especializadas en cuidado a domicilio vean cómo aumentan sus clientes. Muchas familias optan por estos servicios de atención domiciliaria.
Es el caso de Guadalupe que vive sola y está a punto de cumplir 90 años. Una mujer que se mantiene activa y que sigue con energía, la misma que le ha permitido sacar adelante cuatro hijos, a pesar de quedarse viuda.
Compañía en su propia casa
Pero a estas alturas de su vida y ante un segundo confinamiento, sus familiares han preferido que esté acompañada. La soledad conlleva deterioro cognitivo y abandonar el hogar para ir a casa de un familiar o a una residencia, cuando el mayor se vale por sí mismo, no siempre cuenta con su visto bueno. Como dice Guadalupe “yo estoy bien en mi casa”.
No obstante, el aislamiento al que obliga la Covid está adelantando el proceso degenerativo de muchos mayores.