El ‘New York Times’ desenmascara a la unidad rusa que perpetró la matanza de Bucha. «Lo que ha sucedido en Bucha y en otras localidades de la región de Kiev solo puede describirse como genocidio. Son crueles crímenes de guerra de los que Putin es responsable«. Son palabras de Vitaly Klitschko, alcalde de Bucha, en los primeros días de abril. La ciudad se convirtió en ejemplo de lo más terrible de la invasión rusa de Ucrania.
Entre Irpin y Hostomel, cerca de Kiev, Bucha tiene algo más de 26 kilómetros cuadrados de extensión y unos 28.400 habitantes. Un lugar no especialmente significado que ahora la bárbara acción de las tropas de Putin ha convertido en un símbolo.
Todo sucedió a finales de marzo. En abril, los cadáveres se acumulaban en fosas comunes, en los bajos de los edificios y especialmente en la calle Yablunska. Al menos 420 civiles fueron asesinados.
La Corte Penal Internacional investiga posibles crímenes de guerra y otras atrocidades en Ucrania
Tras la retirada del Ejército ruso, se encontraron cientos de cadáveres de civiles ejecutados de manera sumaria. El hallazgo conmocionó al mundo. Human Rights Watch observó «graves abusos» que podrían constituir crímenes de guerra y el Gobierno de Zelenski habló de «la peor masacre en Europa desde la II Guerra Mundial». El Kremlin negó toda responsabilidad de sus tropas.
Desde entonces, la Corte Penal Internacional investiga posibles crímenes de guerra y otras atrocidades en Ucrania, no sólo en Bucha. Ahora, ocho meses después, una investigación realizada por The New York Times concluye que los autores de la masacre de la calle Yablunska eran paracaidistas rusos del 234º Regimiento de Asalto Aéreo. Dirigidos por el teniente coronel Artyom Gorodilov (fue ascendido a coronel días despues de la masacre).
Entrevistas, cámaras de seguridad, teléfonos…
Sus periodistas han pasado meses en Bucha, entrevistando a los residentes, recopilando grabaciones de cámaras de seguridad, registros telefónicos y señales de radio de los comandantes rusos. Además, han tenido acceso a registros de fuentes gubernamentales.
Los reporteros han podido confirmar la identidad de dos docenas de paracaidistas como miembros del 234º Regimiento
Así han podido constatar que los soldados rusos interrogaron y ejecutaron a hombres desarmados en edad de combatir. Y mataron a todas las personas que se cruzaron en su camino, aunque fueran niños. Los asesinatos, dice el Times, «formaban parte de un esfuerzo deliberado y sistemático para asegurar sin piedad una ruta hacia Kiev». El rotativo habla de «campaña descarada y sangrienta».
El periódico ha identificado al Regimiento 234, una unidad de paracaidistas con base en la ciudad de Pskov (oeste de Rusia). Como el principal culpable de la matanza de la calle Yablunska. Las pruebas: el equipo militar, las insignias de los uniformes, las conversaciones por radio, los albaranes de las cajas de munición… y hasta las marcas de los vehículos blindados rusos.
Los rusos utilizaban los teléfonos de las víctimas para llamar a casa, «a menudo sólo unas horas después de ser asesinados»
Puesto que las tropas de Putin incautaban los teléfonos a los ucranianos a los que interrogaban. Los periodistas del NYT obtuvieron de las autoridades una base de datos de todas las llamadas y mensajes realizados desde la región de Bucha a Rusia durante el mes de marzo. Encontraron que los soldados rusos utilizaban habitualmente los teléfonos de las víctimas para llamar a casa, «a menudo sólo unas horas después de ser asesinados».
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Identidad de paracaidistas
De ese modo, los reporteros han podido confirmar la identidad de dos docenas de paracaidistas como miembros del 234º Regimiento. Al tiempo, identificaron -por primera vez- a tres docenas de personas -civiles o prisioneros de guerra- que fueron asesinadas en la calle Yablunska en marzo, la mayoría por herida de bala.
Por su carácter sistemático y generalizado, los asesinatos de Bucha también podrían constituir crímenes de lesa humanidad»
La pesquisa de los reporteros concluye que las víctimas no murieron en el fuego cruzado entre las fuerzas rusas y ucranianas, ni fueron abatidas por error. «Nuestra investigación demuestra que las tropas rusas las mataron intencionadamente. Al parecer como parte de una operación sistemática de «limpieza» para asegurar el camino a la capital», aseguran.
«Su asesinato podría ser juzgado por la Corte Penal Internacional y considerarse crímenes de guerra según el derecho internacional humanitario. Debido a su carácter sistemático y generalizado, los asesinatos de Bucha también podrían constituir crímenes de lesa humanidad«. Se lee en la información del New York Times.
Cuatro terribles jornadas
Las Fuerzas Armadas Rusas mantuvieron control de la ciudad entre el 27 de febrero y el 31 de marzo. Investigaciones anteriores a la del periódico norteamericano atribuyeron los crímenes a la 64.ª Brigada de Fusileros Motorizada, comandada por el teniente coronel Azatbek Omurbekov.
Todas las fotos y vídeos publicados por el régimen de Kiev son un montaje más»
El 4 de abril Rusia solicitó la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para abordar la matanza, pero la iniciativa fue bloqueada. Tres días después, la Asamblea General de las Naciones Unidas suspendió a Rusia de su asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El Kremlin negó las acusaciones desde el primer momento. El Ministerio de Defensa ruso dijo que «todas las fotos y vídeos publicados por el régimen de Kiev que supuestamente atestiguan algunos crímenes cometidos por militares rusos en la ciudad de Bucha son un montaje más». Mantuvieron que los vídeos y fotos que mostraban la matanza eran falsificaciones.
Con información de 20 minutos
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