El papa Francisco condenó este domingo el secuestro de las 317 alumnas de una escuela pública del noroeste de Nigeria el pasado el viernes y rezó un Ave María por ellas al término del Angelus, que celebró ante los fieles asomado a la plaza de San Pedro desde el palacio pontificio.
«Uno mi voz a las de los obispos de la Nigeria para condenar el vil secuestro de las 317 chicas arrancadas de su escuela», dijo Francisco, que antes de pedir una oración «por estas jóvenes, para que puedan volver a casa pronto».
El pontífice mostró su «cercanía a sus familias y a ellas mismas» e instó a orar «juntos para la Virgen para que las guarde» antes de rezar un Ave María junto a los fieles que le escuchaban en la plaza de San Pedro.
Un total de 317 alumnas fueron secuestradas la madrugada del viernes de la Escuela de Secundaria de Ciencias del Gobierno en la ciudad de Jangebe, en el estado noroccidental de Zamfara, después de que hombres armados atacaran el centro.
El suceso ocurrió nueve días después del secuestro por hombres armados de 38 personas -24 estudiantes, 6 docentes y 8 familiares- de otra escuela pública en la ciudad de Kagara, en el occidental estado de Níger, que además estaba custodiada por guardias de seguridad. Otro de los estudiantes murió fue abatido
El pasado 11 de diciembre, 344 alumnos fueron también secuestrados de una escuela en Kankara, en el estado de Katsina (noroeste), cuya autoría fue reclamada por el grupo yihadista Boko Haram, que hasta entonces se limitaba a atacar en el noreste del país, si bien las autoridades culparon a bandidos aramados que actúan en la zona.