El PP gana, pero necesita a Vox, que se dispara y pide la vicepresidencia, PSOE y Unidas Podemos bajan y Ciudadanos naufraga.
El PP ha vuelto a ser el partido más votado en Castilla y León casi tres años después de los anteriores comicios autonómicos; en los que quedó como segunda fuerza política aunque pudo retener el Gobierno de la comunidad.
Sin embargo, la subida experimentada por los ‘populares’ no es suficiente para gobernar en solitario, pues se queda muy lejos de la mayoría absoluta necesaria; por lo que necesitará a Vox, que ha irrumpido con gran fuerza en las Cortes autonómicas; para que Alfonso Fernández Mañueco pueda ser investido presidente de nuevo.
De hecho, los de Santiago Abascal ya han reclamado la Vicepresidencia de la Junta. Los partidos que conforman el Gobierno central; por su parte, han recibido el castigo de los electores, perdiendo votos y escaños.
Estas elecciones que convocó Mañueco de forma sorpresiva con la vista puesta en tratar de reforzar al PP en Castilla y León para poder gobernar en solitario tras tres años en coalición con Ciudadanos; tomando el ejemplo de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, finalmente no han logrado tal objetivo.
Los ‘populares’ se han quedado en 31 escaños (31,53% de los votos), sólo dos más que los logrados en 2019 y a 10 de los necesarios para la mayoría absoluta. Y a pesar de aumentar su representación en las Cortes; el PP se ha dejado más de 55.900 votos en estos comicios; que han registrado dos puntos menos de participación que los de hace tres años (63,44%).
Por eso, los procuradores (nombre que reciben los diputados castellanoleoneses) conseguidos por Vox; un total de 13 tras obtener 212.400 votos (17,63%), son los que tienen en su mano la llave del próximo gobierno. De todos los grandes partidos, es el único partido que mejora sus resultados con respecto a 2019, con 136.600 sufragios más.
En su primera comparecencia tras conocerse los resultados, Mañueco se felicitó por la victoria y dio por seguro que liderará el nuevo gobierno castellanoleonés, aunque no sea en solitario. No mencionó a Vox en ningún momento y se limitó a afirmar que ha entendido el mensaje enviado por los electores y que buscará acuerdos para formar un ejecutivo «de todos y para todos»; empezando el diálogo con «los partidos de más representación» parlamentaria.
«Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno»
El partido de Santiago Abascal fue el más beneficiado por las urnas en este 13 de febrero electoral. Si Mañueco pensaba en desactivar a Ciudadanos, el que fue su socio de gobierno en los últimos tres años; esta convocatoria adelantada ha derivado finalmente en un refuerzo de Vox; ya consolidado como el principal rival directo del PP tanto a nivel autonómico como nacional.
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El resultado obtenido por el partido que en Castilla y León lidera Juan García-Gallardo es lo suficientemente sólido y lo suficientemente necesario para sentar al PP en una mesa de negociación si éste quiere liderar el gobierno en esta comunidad los próximos cuatro años. Abascal, de hecho, así lo dejó claro la misma noche electoral: «Qué buena cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan Gallardo. Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno en Castilla y León«.
Los socios del Gobierno de coalición, tocados
El panorama que han dejado las urnas en esta comunidad no deja otro posible escenario porque el PSOE; que quedó primero en los comicios de 2019 pero no pudo formar gobierno; ha empeorado sus resultados y sus socios en el Ejecutivo central, Unidas Podemos, también.
Aunque en términos porcentuales sólo se han quedado a un punto y medio del PP; los socialistas liderados por Luis Tudanca han perdido casi 118.000 sufragios y han pasado de tener 35 procuradores a 28; mientras que los ‘morados’ se quedan en únicamente un parlamentario. Las posibles alianzas que pudieran surgir con partidos de la España vacía tampoco les permiten acercarse a una mayoría suficiente con la que competir con la pinza PP-Vox.
La cita con las urnas este 13-F deja, por tanto, una lectura nacional en el arco de la izquierda, y es que los ciudadanos de Castilla y León han sancionado a los partidos del Gobierno de coalición que lidera Pedro Sánchez. PSOE y Unidas Podemos, así, han perdido más de 126.000 votos.
Ciudadanos (Cs) es el gran perdedor de esta convocatoria electoral, al pasar de 12 procuradores a conseguir sólo un escaño; el que correspondería al cabeza de lista y hasta hace escasas semanas vicepresidente de la Junta, Francisco Igea.
Es decir, de ser tercera fuerza política a ser prácticamente irrelevante en el arco parlamentario. Con estos comicios, se confirma el declive de los ‘naranjas’ en todos los territorios y que comenzó en las elecciones generales de noviembre de 2019 y se confirmó en las de Madrid de mayo de 2021; en las que no consiguieron ningún diputado.
La España Vaciada, sólo representada en Soria
Había muchas dudas sobre la fuerza que pudieran tener los partidos de la llamada España vacía en estas elecciones. Tras el éxito de Teruel Existe en las generales de 2019; diferentes plataformas de cinco de las nueve provincias de Castilla y León se presentaron bajo esa marca. Las expectativas fueron bajando en las encuestas durante la campaña electoral y los vaticinios se han cumplido: tan sólo Soria ¡Ya! ha irrumpido con fuerza en las Cortes castellanoleonesas; con más de 18.300 votos que le dan tres de los cinco procuradores que estaban en liza en esa provincia.
No forman parte de ese conglomerado de la España Vaciada Unión del Pueblo Leonés (UPL), que defiende la autonomía de esa provincia, ni Por Ávila (escisión del PP abulense). Ambas formaciones también han conseguido representación parlamentaria, con 3 y 1 diputados, respectivamente. Los primeros, de hecho, han conseguido dos parlamentarios más que en los anteriores comicios.
Con información de 20 minutos
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