El tímido crecimiento de los salarios provoca un aumento de los beneficios empresariales. El aumento de los precios en lo que va de 2022 ha pasado factura a las empresas. Que han visto reducirse sus márgenes empresariales en los tres primeros trimestres del año a causa del aumento de los costes de producción y de la dificultad para trasladar esos costes al precio de venta que pagan los clientes.
Sin embargo, la parte de esa retribución que se queda dentro de la empresa ha aumentado, como ya hizo en 2021. Debido al moderado crecimiento de los salarios. Así lo ha constatado este jueves el Banco de España, que ha publicado un informe en el que mide la evolución de los márgenes empresariales en los últimos meses.
Los tres primeros trimestres de 2021 fueron meses de recuperación, tras el fuerte retroceso en los márgenes empresariales experimentado en 2020, cuando la pandemia provocó que todas las empresas analizadas sufrieran descensos en el margen sobre ventas, excepto el de la energía.
Sin embargo, 2022 ha interrumpido esta recuperación. Estos márgenes han caído en torno a un 5% respecto al año año anterior y un 20% respecto a 2019. El análisis del Banco de España apunta como causas a «la dificultad que muchas compañías habrían tenido para trasladar a sus clientes el aumento de los costes de producción. En particular el asociado a los insumos energéticos».
Este margen empresarial se amplía cuando los ingresos procedentes de las ventas crecen en mayor medida que el coste de producción. Que comprende los gastos de personal y los derivados del uso de energía. Y es que precisamente el aumento del precio de la energía ha provocado que la merma de estos márgenes haya sido más acusada en las compañías del sector de la energía, Donde la caída ha rondado el 40%, y en la industria, Donde ha superado el 15%, y más moderado en la rama de información y comunicaciones.
En ese sentido, el informe del Banco de España explica que «en las empresas que operan en los sectores en los que los gastos de energía y el petróleo tienen un mayor peso en los costes de producción se observó un descenso de los márgenes». «Ello implicaría que las empresas que vieron aumentar en mayor medida sus costes de producción no los habrían podido trasladar completamente a sus clientes», añade.
Asimismo, también las empresas exportadoras y aquellas que partían de márgenes más elevados habrían sufrido más la subida de los costes de producción y la consecuente merma de márgenes empresariales, en el primer caso por operar en entornos más competitivos y no tener dificultades para trasladar los costes a los precios y en el segundo, por haber tenido mayor capacidad para ajustarse a la bajada.
En cambio, en el comercio y la hostelería los márgenes sobre ventas habrían seguido aumentando. Superando los niveles de 2019, gracias a la recuperación de la demanda tras el levantamiento de las restricciones vinculadas a la pandemia. No obstante, el propio informe invita a tomar «con cautela» estas conclusiones y reconoce un sesgo hacia compañías de gran tamaño. Por las características de la muestra analizada.
Beneficios a costa de los salarios
Sin embargo, pese a la reducción generalizada de los márgenes sobre ventas. En los tres primeros trimestres de 2022 ha aumentado la parte de la retribución empresarial -lo que queda al descontar de los ingresos los costes de producción-. Que se queda dentro de las compañías. Es decir, del montante que se dedica a pagar impuestos y amortizaciones y, en último caso, a beneficios para los accionistas. Esta cuantía, que se denomina margen sobre el valora añadido bruto (VAB). Ha retomado los niveles de 2019 y ha aumentado cerca de un 20% respecto a los tres primeros trimestres de 2021.
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«Tras el fuerte descenso de 2020 el margen sobre el VAB ha mostrado en los dos años siguientes una evolución creciente, retornando así a un nivel similar al de 2019. Ello ha sido consecuencia de la recuperación que han registrado los beneficios empresariales en 2021 y 2022 tras las fuerte caída de 2020. En un contexto en el que los gastos de personal han mantenido una senda de crecimiento más moderada», explica el informe.
Así pues, esta retención de mayores beneficios por parte de las empresas se debe al tímido aumento de los salarios. Menor que el de los precios. Es decir, proporcionalmente las empresas dedican una parte menor de lo que ingresan a pagar a los trabajadores. Por sectores, el de energía y la industria han registrado en 2022 niveles de beneficios. Habría que descontarle impuestos y amortizaciones, similares a los de 2019. Mientras que en el comercio y la hostelería los han superado claramente en torno a un 15%, lo que supone el doble de beneficio que en 2021.
Con información de 20 minutos
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