Metro de Madrid se prepara para la desescalada con una batería de medidas para hacer frente al Covid-19. La última de ellas, la señalización de los vagones para evitar las aglomeraciones en la «nueva normalidad», que se implementará en toda la red en las próximas semanas.
«El objetivo principal es que las personas que acuden al transporte público lo hagan con la mayor seguridad posible», trasladó este martes el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido (PP), durante el anuncio de dicha iniciativa. Estas señales se sumarán a los vinilos ya instalados en el suelo de los andenes de cincuenta estaciones para establecer la distancia de seguridad interpersonal entre viajeros.
Las nuevas indicaciones orientarán a los pasajeros sobre la distancia de seguridad que deben mantener en los lugares de tránsito, como los pasillos —cada dos metros— y escaleras mecánicas, en las puertas de acceso a las estaciones y en los tornos de entrada y salida. Las paredes también lucirán señales para evitar el uso de determinados asientos en los trenes y en los bancos de los andenes. Y habrá carteles para recordar la necesidad de mantener las manos limpias y que el uso de mascarillas es obligatorio en el suburbano y en todo el transporte público.
Al margen de estas señas, que marcarán toda la red, Metro ya ha implantado otras medidas desde el inicio de la crisis sanitaria, como la limpieza y desinfección extraordinaria en trenes e instalaciones, la puesta en marcha del sistema de apertura automática de puertas en el 64 por ciento de los trenes —aquellos modelos en los que es posible— y el mantenimiento de accesos abiertos en las estaciones para evitar que los usuarios toquen las puertas.
Además, desde el pasado 2 de abril, hay 44 vestíbulos y 177 accesos cerrados para minimizar el riesgo de contagio entre los empleados del suburbano, que ya no tendrán que trabajar en estos espacios. Por otro lado, Metro ha adelantado el horario de cierre: el último servicio sale a las 00.00 horas, frente a la 01.30 horas como era habitual.
Con todo, la actividad vuelve a apoderarse del suburbano. Esta semana, la demanda ha crecido un 20 por ciento con respecto al lunes de la semana anterior, según trasladó Garrido, que señaló que conviene prepararse para garantizar la seguridad de cara a la fase 1. «Tenemos que ir previendo todos estos pasos e ir anticipándonos en la medida de lo posible al flujo de los viajeros», añadió el consejero.