En las últimas horas, centenares de londinenses se agolpaban a medianoche frente a los pubs y locales de copas para compartir con familiares y amigos la última noche antes del segundo confinamiento. Desde esta medianoche, 56 millones de británicos verán limitada al máximo su movilidad durante 4 semanas hasta el 2 de diciembre.
«Es nuestra última noche», nos dice un joven ante un pub londinense. «Es una pena que cierren los locales», proclaman otras dos jóvenes británicas resignadas a enfrentarse a otra tanda de medidas restrictivas.
La Policía se ha esforzado en convencer a los últimos rezagados para que cogiesen el metro y se fuesen a sus domicilios antes de las doce de esta medianoche.
Nuevas restricciones
Hasta el próximo 2 de diciembre sólo permanecerán abiertos los colegios. Cerrarán todos los establecimientos que no vendan productos esenciales, desde gimnasios a peluquerías. Los bares podrán servir comida sólo para llevar.
En una céntrica pizzería, su dueño, Teo Cantini, lamenta las consecuencias que este cierre tendrá sobre su negocio. «No puedo despedir a trabajadores que llevan conmigo 20 años», nos dice mientras atiende a los clientes de la última cena.
