En Francia, celebraron el primer fin de semana de libertad en la playa, una alegría callejera, en la capital y sus ciudades, teniendo los primeros baños de la temporada en las playas, en la cual también realizaron una misa al aire libre ante muchos ciudadanos.
Asimismo, Macron abrió la jornada en dos pueblos, Ville-aux-Bois-lès-Dizy y Clermont-les-Fermes, en el departamento del Aisne, con homenaje a la memoria del General de Gaulle, patriarca de la nación, para conmemorar al espíritu de resistencia nacional en contra del invasor nazi, ayer; contra el coronavirus, hoy.
Luego, de una hora más tarde, monseñor François Touvet, obispo de Chalons-en-Champagne, alababa una misa al aire libre ante quinientos creyentes, congregados en unos doscientos vehículos aparcados con geométrica pulcritud atendiendo en su aparato de radio la ceremonia que notificaba ante ellos el obispo, en la cual expresó a la Agencia France Presse (AFP): “Esta misa, en coche, al aire libre, es algo más que una primicia. Es una victoria de la fe y la vida”.
En la hora del mediodía del domingo, Francia, en general, y París, en particular, se habían transformado en una digna y tranquila festividad de homenaje a la vida.
Las tropas de policías patrullaban el acato preciso de las normas higiénicas básicas, sin topar resistencia ni dificultades de ningún tipo.
