Representantes del Gobierno de Afganistán y del Movimiento Talibán iniciaron este sábado en Doha, capital de Catar, históricas conversaciones de paz con el objetivo de poner fin a 19 años de guerra interna.
Las rondas de diálogo entre las partes beligerantes ocurren cara a cara en Catar, pese a que la violencia prosigue en el país asiático.
El representante del Gobierno afgano, Abdullah Abdullah, pidió un alto el fuego inmediato y anotó que desde febrero pasado, cuando los talibanes y Estados Unidos (EE.UU.) firmaron un acuerdo, alrededor de 12.000 civiles han muerto y 15.000 más han resultado con heridas por las acciones de violencia.
«Tenemos que aprovechar esta oportunidad excepcional para la paz», manifestó Abdullah en el acto que sirvió de apertura de las discusiones en Doha.
«Tenemos que detener la violencia y acordar un alto el fuego lo antes posible. Queremos un alto el fuego humanitario», insistió.
Para facilitar el proceso de diálogo, las autoridades afganas liberaron a unos 200 presos talibanes.
En la ceremonia de apertura, participaron además el cofundador de los talibanes, Mullah Abdul Ghani Baradar, y el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.