De la misma forma que suelen hacer nuestros mayores, el Gobierno va a convertirse en ese abuelo que nos pide que apaguemos las luces de las habitaciones en las que no estemos o que nos pongamos una chaqueta antes de subir tanto la calefacción.
Estas dos medidas relativas al cuidado con las luces y con el termostato forman parte de las acciones voluntarias que contempla el Gobierno para que los ciudadanos contribuyan en sus hogares.
A la reducción del consumo de gas en un 7%, que también se pedirá a la Administración Pública, a negocios privados y o a la industria.
«En nuestros hogares, la petición más importante es que seamos extremadamente cuidadosos«, ha resumido este miércoles en una entrevista en La Sexta la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
A pocos días de que previsiblemente el Consejo de Ministros apruebe el plan de contingencia energética ante un posible corte del gas desde Rusia, Ribera se ha referido la capacidad que tienen los ciudadanos de controlar el consumo de gas.
Prestando atención a si están encendidas más luces de las que necesitamos, qué temperatura marca el termostato, tanto para calefacción como para aire acondicionado, o a la práctica de, en verano, abrir las ventanas por la noche para refrigerar la casa.
También recomendará apagar los aparatos eléctricos en lugar de dejarlos en posición de ‘stand by‘, algo en lo que la pionera en eficiencia energética y Premio Extraordinario de Energía, Charo Heras asegura que se va el 8% de la energía que se gasta en España.
Consumo innecesario de energía
Ribera ha asegurado que tanto en hogares como en lugares públicos se suele consumir más energía de la que realmente sería necesaria.
Por una cuestión de confort al que el Gobierno no quiere que se tenga que renunciar en el complimiento de sus medidas de ahorro, que requerirán un «esfuerzo pero no un sacrificio».
«Tenemos un margen muy importante» de ahorro energético, ha añadido.
Ribera ha desgranado algunas ideas sobre la orientación del plan de ahorro que va a proponer el Gobierno a ciudadanos e industria con el objetivo de ahorrar un 7% de gas entre agosto de este año y marzo del año que viene.
Son ocho puntos menos que el objetivo general que este martes pactó la UE -primero voluntario y que podría pasar a ser obligatorio si Rusia corta el suministro y empieza a haber desabastecimiento en algunos países-.
Tal y como se pactó también, España podrá beneficiarse de la excepción a este recorte del 15% por sus limitadas interconexiones con el resto de la UE y por su capacidad para importar gas licuado que después puede hacer llegar a otros países- y Ribera ha cifrado este recorte menor en el 7%.
También, a diferencia de otros países europeos, el Gobierno se plantea para alcanzarlo un plan de medidas que serán voluntarias, no obligatorias.
Y que se dirigirán tanto al «consumo residencial», es decir, el más cotidiano en los hogares, hasta a la industria y la Administración.
Hace semanas se aprobó ya un plan de ahorro para las oficinas de la Administración General del Estado, que comprendía también tres días de teletrabajo a la semana, y ahora espera que comunidades y ayuntamientos lo trasladen a sus dependencias.
Planes del Gobierno
En este plan, el Gobierno estableció ya temperaturas máximas y mínimas a la que debería ponerse la calefacción y el aire acondicionado: 19 grados como máximo y no menos de 27.
De acuerdo con los planes del Gobierno, el ahorro deberá extenderse también a negocios privados como centros comerciales u hoteles, que también son grandes consumidores de energía.
De mayor envergadura que pedir a los ciudadanos que sean «cuidadosos» con el consumo de energía son otras de las medidas que Ribera ha planteado para los hogares.
La sustitución de calderas de gas por bombas de calor, la creación de comunidades de energías locales o la instalación de techos solares, que también podrían poner en práctica desde ayuntamientos a escuelas y hospitales.
Por otra parte, en la reunión que mantuvo la semana pasada con asociaciones de consumidores, Ribera planteó también la incentiva que los hogares ajusten su potencia contratada con la electricidad que efectivamente consumen, haciendo que no tuvieran que pagar por este cambio.
Mientras, Ribera sigue intercambiando propuestas con la industria sobre cómo pueden ser más eficiente en el uso de energía sin tener que recortar el volumen que necesita.
Este martes en Bruselas apuntó que se está pensando en medidas como permitirles modificar sin penalización económica el volumen de consumo de gas cuando no lo necesiten.
Compras conjuntas de gas entre distintos grupos industriales, extender el uso de la cogeneración e incrementar las renovables.
Este miércoles, ha asegurado que cuando se agoten las ayudas públicas para ello, el Gobierno pondrá más a su disposición.
El Gobierno busca concienciar a los ciudadanos
Estas medidas están encaminadas a reducir un 7% la demanda de gas a partir del mes que viene en un plan que desde el principio el Gobierno ha planteado como algo voluntario.
Pero para lo que desde ya ha empezado a concienciar a los ciudadanos para que cumplan con el «esfuerzo» que se les va a pedir.
En una primera reunión con los portavoces de los grupos del Congreso la semana pasada, Ribera también les pidió que trasladen este mismo mensaje a la ciudadanía y que el ahorro de energía de los próximos meses no se convierta en un elemento de confrontación política.
Lo que defiende el Gobierno en materia de energía de cara a los ciudadanos es que en España no habrá cortes de suministro.
Que sí esperan otros países de la UE si Rusia corta un 80 o un 100% el flujo de gas, que es algo que, como Bruselas, Ribera ha insistido en que puede ocurrir «en cualquier momento».
Por ejemplo, Gazprom ha reducido solo al 20% de capacidad, el que llega a Alemania por el gasoducto Nord Stream 1.
En este sentido, Ribera ha reiterado este miércoles que la situación de España es mejor que la de países del centro y este de Europa.
Porque depende mucho menos del gas ruso, que podría suplir si se produce un corte, por ejemplo, con gas de otros proveedores que España importa en estado licuado.
Precisamente, la existencia de seis puertos con regasificadoras -próximamente siete, con El Musel- le da la capacidad que este martes le reconoció la UE de reconducirlo a otros países necesitados de él, que motivó que en lugar de un 15%, el ahorro que de gas que se le pide a España sea solo del 7%.
Evaluar los escenarios
«En todos los escenarios que contemplamos, la verdad es que no», ha respondido Ribera a la pregunta de si podría ser que España también vaya a sufrir cortes de gas.
Hasta el punto de que, sin descartarla todavía del todo, sí ha alejado la posibilidad de volver a recurrir al carbón en la central térmica de As Pontes si Red Eléctrica Española (REE)concluye que no está garantizado por otros medios el 100% del suministro eléctrico.
«Es una opción irreal. En realidad, no lo necesitamos y hemos pedido que REE nos diga si hay alguna necesidad que haga mantenerla abierta», ha dicho Ribera, que ha reiterado que «hay margen para poder suministrar electricidad a partir del gas».
En este escenario, en el que el Gobierno asegura que en España no habrá cortes de suministro ni racionamiento de energía.
Es el Consejo de Ministros el que aprobará un plan de contingencia voluntario que deberá contar con la implicación de ciudadanos e industria para ser efectivo. Para ello, Ribera ha apelado a dos elementos.
El primero, el coste económico, porque el verdadero problema que afronta España de cara al invierno es la escalada de precios del gas, que repercute en la tarifa eléctrica.
El segundo, la solidaridad con otros países europeos donde sí se plantea racionar energía y a los que el Gobierno se ha comprometido a ayudar dejando disponible energía que pudieran necesitar.
Con información de 20 Minutos
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