El mundo de la moda se enfrenta contra Kanye West. La Semana de la Moda de París del 2022 será recordada por dos razones. La primera, por supuesto, por el vestido hecho en directo con spray de pintura sobre Bella Hadid que se volvió viral. La segunda, por Kanye West y todo lo que conllevó su presencia en la capital gala.
Sí, podría ser porque debutaba como modelo y abrió el desfile de la colección Primavera-Verano 2023 de la firma Balenciaga, pero no.
Será por otra razón mucho más común en la vida del rapero: la polémica. Y, en este caso, una polémica que ha abierto una guerra abierta contra él desde varias voces importantes del mundo de las pasarelas. ¿Por qué? Porque intentó quedar como un provocador y lo que ha acabado siendo es racista, gordofóbico y ególatra -entre otros calificativos-.
A lo largo de la semana, los ataques entre ambas trincheras han sido continuados. Pero todo tiene un punto de origen, que se remonta poco antes de que dé el pistoletazo de salida el desfile de su propia marca, Yeezy, YZYS9, el cuarto que organiza en París desde su debut en 2011. Micrófono en mano, Ye explicaba que su nueva línea era el comienzo de una «nueva frontera». «Todos los que estáis aquí sabéis que soy el líder… No podéis controlarme.
Situación incontrolable
Esta es una situación incontrolable. El sueño de Dios o un sueño que no puede suceder sin la ayuda de Dios». Decía el también empresario de 45 años. Y aparecían los modelos mientras un coro cantaba (y en el que estaba su hija North West).
Naomi Campbell, amiga personal de West, era una de ellas, pero no llevaba la prenda. En cuanto Jaden Smith se la vio puesta a varios de los modelos, abandonó el desfile y tuiteó «No puedo apoyar el mensaje de Kanye. No tiene el apoyo de todos los jóvenes».
Luego lo borró. Las camisetas en cuestión tienen una imagen religiosa en la parte delantera, pero nadie se ofendió por eso. En cambio, en la parte trasera llevan escritas «White Lives Matter». Es decir, «Las vidas blancas importan», un eslogan supremacista nacido para burlarse de las muertes que el racismo produce en Estados Unidos.
A pesar de que otras personas, como la periodista de The Atlantic Jemele Hill, arremetieron contra el músico («Seguid llamando a la estupidez genialidad», aseguró) y lo «ridículo y peligroso» de un mensaje que puede ser entendido como un «movimiento digno de un troll o destinado al marketing», Kanye la tomó contra Karefa-Johnson.
Ante sus casi 18 millones de seguidores, publicó una serie de fotografías de la periodista en las que se burlaba de su físico. Y que tuvieron que muchos de sus fans sistemáticamente atacasen y se mofaran de ella, con multitud de insultos gordófobos y racistas. Que ella respondió asegurando que gracias al feminismo esas palabras ya no le afectaban como lo hicieron antaño. Mientras tanto, en otra publicación borrada, Kanye escribía: «Todo el mundo sabe que Black Lives Matter fue una estafa. Ya se ha terminado. De nada».
Entró entonces la plana mayor de supermodelos. Gigi Hadid arremetió contra Ye. «Ya quisieras tener un porcentaje de su intelecto. Si tus ideas tuvieran un mínimo de sentido, ella sería la única persona que podría salvarte.
Bully y un mal chiste
¿Acaso el dudoso ‘honor’ de ser invitada a tu desfile exime a esa persona de la libertad de dar su opinión? Eres un bully y un mal chiste», le dijo. Así como añadió en otro comentario que Gabriella, quien ha sido incluida recientemente en la lista de 500 personas de Business of Fashion sobre quienes dan a día de hoy forma a la industria mundial de la moda. «Podría educar a esa vergüenza de hombre de formas que ni él sabe».
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Se unió luego a la pugna Hailey Baldwin, esposa de Justin Bieber, que le dijo a Karefa-Johnson: «¡Mi respeto por ti es profundo, amiga mía! Conocerte es adorarte y trabajar contigo es un honor. La más amable. La que tiene más talento. La más divertida. La más chic». Kanye compartió un pantallazo preguntando: «Un momento, ¿estoy cancelado de nuevo? Justin, dime algo». Justin no le ha dicho nada.
«Gabby es mi hermana. No voy a dejar que la gente se acueste pensando que no me reuní con Gabrielle hoy a las cinco de la tarde durante 2 horas y luego fuimos a cenar a Ferdie [un conocido restaurante de Nueva York]. Ella no estuvo de acuerdo conmigo, yo no estuve de acuerdo con ella: no estamos de acuerdo. Al menos a ambos nos encanta Ferdie y la moda», escribió Kanye más tarde… ¿Dando por zanjado el asunto?
Ataques a las hermanas Hadid
Ni mucho menos, puesto que él ha seguido echando más leña al fuego atacando a las hermanas Hadid. Trayendo a colación unas declaraciones sacadas de contexto de la madre de Breonna Taylor. Una joven afroamericana asesinada por la policía o apropiándose de unas palabras de la artista italiana afincada en Estados Unidos Vanessa Beecroft sobre el poder del arte por encima de la política (que de hecho también pueden ser leídas desde cualquier otra perspectiva).
Kanye, por tanto, sigue haciendo enemigos en la industria, sin contar que hasta desde la familia Kardashian le han pedido que pare sus insinuaciones sobre que «secuestraron» a Chicago, hija de Kim Kardashian. Una posición y un altavoz que tiene el músico que, por ahora, sigue sin meditar por qué su discurso es mediatizado y alabado por una mujer como la comentarista política trumpista Candace Owens.
Con información de 20 minutos
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