La guerra en Ucrania ha entrado, después de casi seis meses, en un punto de estancamiento. Los movimientos son ya mucho más puntuales que al principio. Pero las hostilidades se volvieron a disparar estos días después de varias explosiones en el aeródromo Novofedorivka. Situado en la península de Crimea, de las que ninguna de las partes se responsabiliza. Y es que la zona es una línea roja para Moscú, que se la anexionó en 2014. Supone para Kiev un reto fundamental, pues Zelenski cree que ahí debe estar el fin del conflicto.
«Por supuesto, no tenemos nada que ver con eso», declaró el asesor presidencial ucraniano Mikhailo Podolyak al rechazar cualquier responsabilidad de Kiev en el incidente. Mientras, el Kremlin le restó importancia a los acontecimientos, pero señaló directamente al Gobierno ucraniano. Mientras, los mandatarios de Crimea decidieron declarar el estado de emergencia.
Y es que las explosiones han provocado daños en más de 60 edificios residenciales y una veintena de establecimientos comerciales. Ha precisado Aksionov, quien ha prometido indemnizaciones para los afectados, que van desde los 11.200 y los 112.700 euros.
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Moscú, mientras, no ve la península en peligro y de hecho hasta ahora no había sido un enclave castigado en el conflicto. Sobre todo porque precisamente está bajo control ruso. El giro puede interpretarse de hecho como un paso adelante de Ucrania. Aún negando Kiev su responsabilidad en los ataques, para hacer frente a las voluntades de Vladímir Putin. Y es que se trataría del primer ataque, si fuese tal, que se da en el lugar desde la anexión ilegal por parte de Moscú. En este sentido, el Ejecutivo de Zelenski considera que las capacidades aéreas de Rusia se han visto mermadas como consecuencia de las explosiones.
La guerra de inteligencia
Según el portavoz del Ejército ucraniano, Yuri Igna. En las instalaciones se alojaban una serie de aviones empleados por Rusia para su ofensiva sobre la isla de las Serpientes. De este modo, las flotas rusas en el mar Negro y en el mar Caspio verán en parte disminuidas sus capacidades ofensivas. Y «recibirán menos apoyo» después del incidente, en el que, según Ucrania, Rusia ha perdido al menos nueve aeronaves. Los incidentes habían provocado -según los datos facilitados este miércoles- al menos un muerto y una quincena de heridos.
Según el portavoz del Ejército ucraniano, Yuri Ignat, en las instalaciones se alojaban una serie de aviones empleados por Rusia. Para su ofensiva sobre la isla de las Serpientes. De este modo, las flotas rusas en el mar Negro y en el mar Caspio verán en parte disminuidas sus capacidades ofensivas. Y «recibirán menos apoyo. Después del incidente, en el que, según Ucrania, Rusia ha perdido al menos nueve aeronaves. Los incidentes habían provocado -según los datos facilitados este miércoles- al menos un muerto y una quincena de heridos.
El ISW admitió que no tenía información suficiente para definir la causa precisa de las explosiones, pero señaló que «la aparente simultaneidad» de estas «probablemente descarte la versión oficial rusa de un incendio accidental». Algo que «no descarta ni el sabotaje ni el ataque con misiles de largo alcance», añade.
Zelenski tiene clara su hoja de ruta
Entre incertidumbre y acusaciones cruzadas quien sí se pronunció sobre los incidentes fue el propio Volodímir Zelenski. El presidente ucraniano aseguró en su habitual discurso diario que la guerra rusa contra su país «comenzó en Crimea y debe terminar con Crimea» liberada, y alertó de que no habrá una paz duradera mientras Rusia pueda usar ese territorio ucraniano ocupado desde hace ya ocho años como su «base militar». Kiev, mientras, trata de aguantar también los ataques rusos en el este mientras su contraofensiva parece frenada en los últimos días.
La presencia de ocupantes rusos en Crimea es una amenaza para toda Europa y para la estabilidad global
«La presencia de ocupantes rusos en Crimea es una amenaza para toda Europa y para la estabilidad global» aseveró al señalar que «la región del mar Negro no puede ser segura mientras Crimea esté ocupada». El mandatario ucraniano añadió que «no habrá una paz estable y duradera en muchos países a orillas del mar Mediterráneo mientras Rusia pueda utilizar nuestra península como su base militar».
El papel de Bielorrusia en la guerra
Por otro lado, Ucrania considera ahora que el riesgo de que Bielorrusia entre oficialmente en la guerra «es mínimo», pero sí han advertido de que Minsk podría enviar «voluntarios» para luchar del lado ruso. «Vemos ciertas posibilidades de que Bielorrusia no entre por sí sola, pero puede proporcionar voluntarios, sus propios militares, que formarían parte de los grupos tácticos de batallones de Rusia», ha advertido el asesor del Ministerio del Interior ucraniano, Rostislav Smirnov. El apoyo del régimen de Lukashenko a los movimientos de Putin, eso sí, sigue siendo total, pero no se ha inmiscuido a gran escala en el conflicto.
Pero Kiev no quiere sustos y, pese a que Bielorrusia no entre a formar parte del conflicto armado en Europa del Este, recuerda que Moscú lanza a día de hoy ofensivas desde territorio bielorruso. Además, a menos de 50 kilómetros de la frontera con Ucrania, Rusia ha dispuesto varios misiles Iskander, un modelo de proyectil de corto alcance, que pueden ser lanzados «en cualquier momento hacia el territorio de Ucrania».
Con información de 20Minutos.es
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