Guterres denuncia en Munich que respuesta a problemas globales es fragmentada

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El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, denunció este viernes en la conferencia de seguridad de Munich (Alemania) que las respuestas internacionales a los problemas globales continúan siendo «fragmentadas e insuficientes» e instó a que 2021 sea el momento de cambiar las cosas.

En un discurso pregrabado, Guterres citó la «catástrofe climática», la «desigualdad y la discriminación», la «corrupción», «la lucha por los derechos de las mujeres», «la lejanía de los Objetivos del Desarrollo Sostenible», «el comportamiento descontrolado en el ciberespacio» y «el régimen del desarme nuclear» como ejemplos de problemas cada vez más complejos que necesitarían ser abordados con un esfuerzo coordinado y común.

El diplomático portugués destacó las que a su entender son las cuatro prioridades que debería abordar de inmediato la comunidad internacional: un plan global de vacunación contra la covid-19, conseguir para mediados de siglo unas emisiones netas cero de los gases de efecto invernadero, la relajación de las tensiones políticas entre las principales potencias y el refuerzo de la diplomacia para la paz y, por último, la redefinición de la gobernanza global para el siglo XXI.

Sobre la pandemia, insistió en que los países deben compartir el exceso de dosis y aportar 6.800 millones de dólares a la plataforma Covax, la iniciativa que lidera la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que las vacunas puedan llegar a todo el mundo.

En este sentido, volvió a extender la invitación de la ONU al G20 para que establezca un equipo de emergencia para preparar un plan de vacunación global.

En cuanto a las emisiones netas cero de CO2, Guterres confesó que había «espacio para la esperanza» debido a que los países responsables de más del 65% de las emisiones, además de más del 70 por ciento de la economía mundial, se han comprometido ya con una emisión neta cero para 2050.

Aún así, pidió que esta coalición se eleve al 90 por ciento para noviembre coincidiendo con la cumbre del clima en Glasgow (Reino Unido) y de nuevo invitó a poner precio al carbón y a poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles.