El huracán Delta volvió a ganar fuerza el jueves en su paso por el Golfo de México rumbo a las costas de Estados Unidos, después de golpear la mexicana península de Yucatán.
elta se convirtió en ciclón categoría 3 en una escala de 5 y a las 21H00 GMT se ubicaba 555 kilómetros al sur de Luisiana avanzando con vientos de 185 km/h, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Este estado sufre todavía los daños causados por el huracán Laura, uno de los más violentos de los que se tenga registro en la región.
En Lake Charles, donde pedazos de maderas, árboles caídos y basura dejados por Laura todavía se encuentran en las calles, Shannon Fuselier, de 56 años, vino a tapiar las ventanas de la casa de un amigo, que ya fue dañada por Laura.
«Las ramas y las hojas no hacen tanto daño. Son los pedazos de metal, los marcos de ventanas de otras casas» que vuelan y que provocan destrozos, explicó Fuselier a la AFP, taladro en mano.
Muchas personas evacuaban este jueves la ciudad conocida por sus refinerías de petróleo.
«Es agotador. Estoy cansada de tener que pasar otro desastre», admitió Terry Lebine al subir a un bus acompañando a su madre en silla de ruedas.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, pidió a los habitantes prudencia y anunció la movilización de 2.400 miembros de la Guardia Nacional para ayudar a la población.