La OCDE prevé una inflación subyacente disparada hasta 2023: alcanzará el 4,5% y ralentizará el consumo

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OCDE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que la inflación subyacente -que excluye los precios de los alimentos frescos y la energía- se mantenga disparada en España hasta 2023, lo que provocará una ralentización del consumo y de la inversión afectando al crecimiento de la economía.

Así lo desprende la OCDE en su informe ‘Perspectivas Económicas, publicado este miércoles, en el que prevé una inflación media del 8,1% para el conjunto del año, varios puntos porcentuales por encima del 3,2% que estimó en diciembre, la última vez que publicó sus previsiones macroeconómicas completas. En 2023, el incremento de precios se relajará al 4,8%, por encima del 1,5% previsto hace medio año.

No obstante, lo que realmente preocupa a los economistas es que la inflación subyacente se situará en niveles nunca vistos hasta alcanzar el 4,5% en 2022 y 2023, esto es, 4 puntos más que en 2021 por el aumento de los precios de la cesta de la compra a excepción de los alimentos frescos y de la energía.

El ente advierte de que «existe el riesgo de que una mayor inflación se consolide si se producen más perturbaciones en el mercado de la energía o una mayor transmisión a los precios y salarios finales».

Una tasa media que refleja que en los próximos meses la inflación subyacente registrará un aumento importante, ya que al inicio del año este indicador se situaba cercano al 2%, según los datos consultados por este diario en el Instituto Nacional de Estadista (INE).

Moderación del ritmo de crecimiento

Además, la organización ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía española hasta situar el Producto Interior Bruto (PIB) en el 4,1%. Esto supone una revisión a la baja de 1,4 puntos porcentuales respecto a la estimación de crecimiento del 5,5% publicada en el mes de diciembre. La estimación para 2023 ha pasado al 2,2%, desde el 3,8% anterior.

«La guerra en Ucrania está afectado a la economía española a través de mayores precios de la energía, interrupciones en las cadenas de producción y una mayor incertidumbre, ya que el comercio directo y las exposiciones financieras a Rusia y Ucrania son limitadas», ha subrayado el ente presidido por Mathias Cormann.

Una moderación del alza del PIB provocada por la caída del consumo y el descenso de la inversión.»Se prevé que el PIB crezca un 4,1 % en 2022 y un 2,2 % en 2023. La alta inflación y la incertidumbre reducirán el gasto de los hogares. Además, los cuellos de botella en el suministro de semiconductores también limitarán la inversión privada y las exportaciones de mercancías», explican en el citado informe.

Cuadro macro

Con respecto al resto del cuadro macro, destaca de nuevo de forma positiva la evolución del mercado laboral. Desde que empezó la pandemia, los datos de la tasa de paro han sido mejores de lo estimado por organismos internacionales.

En diciembre, la OCDE proyectaba que el paro de España sería del 14,2% en 2022 y del 13,6% en 2023. Las nuevas previsiones sitúan la tasa de desempleo en el 13,6% ya para 2022, aunque el organismo prevé un leve repunte hasta el 13,9% para 2023.

Con información de OKDIARIO

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