La Policía Nacional está preparando un despliegue, tanto desde el punto de vista técnico como de efectivos, ante la nueva protesta para pedir la libertad del rapero Pablo Hasel convocada para mañana también por el Movimiento Antirrepresivo de Madrid.
El lugar donde se desarrollará la protesta todavía no se ha desvelado y la manifestación tampoco se ha comunicado oficialmente a la Delegación del Gobierno. Los únicos datos aportados por los convocantes son los publicados en sus redes sociales, donde explican que volverán a salir a la calle este sábado para pedir también la absolución de los 19 arrestados en los disturbios del miércoles en Sol.
Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid ya ha retirado mobiliario urbano como papeleras y vallas de la zona del entorno de Sol para evitar que pueda ser nuevamente ser utilizada por los manifestantes violentos. Se estima que los daños al mobiliario urbano y a los establecimientos durante los disturbios del miércoles ascienden a los 200.000 euros.
Sin embargo, todo indica que la concentración no será en la Puerta del Sol, ya que, según exponen algunos de los agitadores de esta protesta en redes sociales, la plaza del kilómetro 0 es «una ratonera» o «la boca del lobo» muy controlada por la Policía, que tiene protocolos para disolverles y contener a los elementos violentos. Por ese motivo, buscan un lugar más abierto y menos conocido por los agentes.
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha confirmado que en una entrevista en ‘Telecinco’ que la Policía está preparada, pero no con un dispositivo especial, sino que el despliegue se realizará cuando se fije el lugar de la protesta. De hecho, mañana por la tarde se desplazará al Centro de Coordinación de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid para supervisar todo el dispositivo policial que hipotéticamente se puede poner.
Franco ha reiterado el compromiso del Gobierno de España de «ampliar y mejorar» la protección de la libertad expresión a través de una reforma legislatura, pero también en la lucha contra la violencia. «La violencia no lleva a nada y es condenable, ajena a los que se van a manifestar pacíficamente», ha dicho.
