El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha constatado la insuficiente medida del toque de queda y ha ordenado una serie de medidas estrictas, cercanas al confinamiento pleno, como en la primera ola.
El país galo se cierra hasta el 1 de diciembre para bajar las cifras de contagios, que están siendo de escándalo. Este miércoles ha sumado otros 33.417 contagios y 523 fallecimientos, que son ya 35.541 desde que comenzó la pandemia.
Macron anunció que cerrarán comercios no esenciales, cafés y restaurantes, gimnasios… pero las escuelas e institutos permanecerán abiertas. Sin embargo, las universidades sí cerrarán.
Sólo estarán permitidos los desplazamientos por trabajo o fuerza mayor, debidamente justificados.
En todo caso, dejó abierta la posibilidad de volver atrás si en 2 semanas la situación sanitaria mejora en cuanto a contagios e ingresos hospitalarios. Se están desprogramando masivamente citas médicas y operaciones importantes para dar prioridad a la atención a enfermos de covid, por lo que se ha optado por una medida más dura para rebajar los ingresos.
