La Comunidad de Madrid cerró desde el martes sus piscinas públicas y clausura los sus más 3.000 parques y jardines de 22:00 a 8:00, con el objetivo de anticiparse con medidas preventivas ante la segunda ola de coronavirus.
Estas medidas, anunciadas por el Equipo de gobierno municipal el jueves, irán de la mano de vigilancia de la Policía Municipal y de sus medios y tecnologías -como drones con mensajes informativos-; además de un aumento de las sanciones sobre el botellón y el no uso de mascarillas.
El objetivo es evitar concentraciones, aglomeraciones de personas y botellones. «Todos sabemos que las hay y se producen contagios», explicó la vicealcaldesa, Begoña Villacís, a quien le gustaría no tener que cerrar los parque y jardines, pero tienen que actuar por «responsabilidad».
Aún así, desde el Consistorio de la capital entienden que estas medidas no serán efectivas si no hay «ejemplaridad de los madrileños», ya que el regidor, José Luis Martínez-Almeida, ha admitido que es «prácticamente imposible» controlar grandes espacios abiertos sin vallado como puede ser Madrid Río.
También se pondrá en marcha una campaña informativa a través de Voluntarios por Madrid y Protección Civil, coordinados por Madrid Salud, de las medidas de seguridad frente al Covid; que se reforzará en los distritos más afectados por la pandemia -como Usera, Carabanchel o Puente de Vallecas-.
En el caso de las piscinas han matizado que estos espacios han sido ejemplos de «buena gestión» y que no se han producido focos vinculados a ellas, pero que «hay que adelantarse al virus».
