Siguen las malas noticias sobre los planes de nuestro país para llegar al verano con el 70% de la población vacunada y obtener una inmunización generalizada.
Las comunidades de Madrid y Cataluña han anunciado este miércoles que se han quedado sin dosis y tendrán que suspenden el plan de vacunación para muchas personas que formaban parte de los grupos prioritarios.
En el caso de Madrid, su vicepresidente Ignacio Aguado anunciaba al mediodía de ayer que se suspendía la administración de las primeras dosis de la vacuna contra la covid-19 a los grupos preferentes -residentes, personal sanitario y trabajadores de centros sociosanitarios- las próximas 2 semanas debido a la falta de viales.
Las dosis existentes se reservan para poder finalizar la pauta de doble dosis a aquellos que han recibido la primera en este mes de enero.
Aguado pedia a la nueva ministra de Sanidad, Carolina Darias, que «negocie«, remueva “cielo, tierra y aire” y haga «todo lo que haya que hacer» para poder contar con nuevas dosis de vacunas, porque lo que está en juego “son vidas”.
Madrid denuncia que llevaban tiempo avisando de que no tenían apenas dosis y que fue una especie de ‘castigo’ por no ir muy rápido en la administración de dosis al comienzo del plan de vacunación: «Ya llevamos semanas con menos vacunas y menos dosis que las prometidas por el Gobierno de España así que creo que es de justicia reconocer que la Consejería de Sanidad, que adoptó a finales de diciembre y principios de enero, acertó a la hora de reservar un porcentaje de dosis para la segunda.
Cataluña
En el caso de Cataluña, el secretario de Salut Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, alertó de que se tendrá que retrasar incluso la segunda dosis a parte de la población inoculada con la primera: «10.000 personas que recibieron la primera dosis no recibirán ahora la segunda».
«Hemos recibido en total 217.000 vacunas. 200.000 ya han sido administradas: 182.000 primeras vacunas y 18.000 segundas. Quedan 17.000, que se administrarán entre hoy y mañana», detalló.
El problema es que Pfizer no está cumpliendo con el ritmo de entrega de dosis apalabrado y Moderna apenas aporta viales. Además, la Unión Europea está a la gresca con AstraZeneca, el otro laboratorio que iba a empezar a suministrar vacunas a Europa, y eso que recibió fondos europeos para la investigación y la producción.
