La Comunidad de Madrid cuenta desde esta semana con 3.900 bicicletas eléctricas privadas de alquiler sin base fija de las que 1.900 se situarán fuera de la M-30. Las primeras ya se han comenzado a ver por la zona centro.
El área de Medio Ambiente y Movilidad notificó el pasado viernes a las empresas interesadas en esta actividad la resolución para comenzar la distribución de su flota por la ciudad una vez que hayan presentado la póliza y el seguro de responsabilidad civil para el funcionamiento del arrendamiento de sus vehículos.
El Ayuntamiento podrá revocar las autorizaciones de las nuevas bicicletas o el cese de la actividad si los adjudicatarios no cumplen con cualquiera de las condiciones jurídicas y técnicas establecidas en la resolución o por motivos de seguridad ciudadana, vial, salud pública, protección del patrimonio y otras razones motivadas de interés general.
Entre las obligaciones está la de garantizar la accesibilidad universal, evitando problemas de convivencia y de uso abusivo del espacio público. La Corporación establece que las aplicaciones móviles de estos nuevos vehículos no permitirán, en ningún caso, el inicio o finalización de un trayecto en las calles de prioridad peatonal ni en las aceras y espacios peatonales contiguos a los parques históricos como El Retiro.
Otra de las condiciones para el otorgamiento de la autorización es la limpieza diaria y desinfección de todas las bicicletas con sustancias viricidas efectivas frente a la Covid-19, una tarea que deberán acreditar. Además, los operadores deberán exigir el uso de guantes a sus usuarios.