El cierre de vuelos y fronteras con Reino Unido debido a la nueva variante del coronavirus ha generado fuertes estragos en la frontera entre las islas y Francia, pues es una de las vías más transitadas para el tráfico de mercancías.
El país galo, al igual que otros vecinos europeos, cerró sus conexiones con Reino Unido ante las alarmas generadas por el coronavirus y desde entonces comenzaron las retenciones en la frontera.
Miles de camioneros españoles continúan aún atrapados en Reino Unido tras el cierre de fronteras de Francia con las islas británicas. Aunque finalmente se ha vuelto a abrir el paso, muchos de los transportistas se encuentran bloqueados en la autopista, a la espera de que se les realice una PCR que les permita pasar la frontera francesa.
Muchos no llegarán a casa por Navidad
Las colas kilométricas por un lado y el requisito de realizarse una prueba del coronavirus para poder entrar en Francia (al igual que ocurre en muchos países como medida de seguridad dada la situación actual del virus), han generado que sigan produciéndose colas kilométricas en la frontera de ambos países, donde se encuentran miles de camioneros españoles atrapados.
Además, muchos de ellos, según han comentado en diferentes medios, se han quedado tirados en plena carretera,pues el corte de comunicaciones llegó de un día para otro y las consecuencias han sido caóticas.
Los conductores lamentan que la mayoría, dadas las fechas y la situación entre los dos países, no podrán llegar a sus casas por Navidad y estar con sus familias. Para intentar evitar esto, el Gobierno español ha dictaminado una resolución que alarga los plazos máximos de conducción diaria de los transportistas y ha aumentado también el límite de conducción bisemanal a 96 horas.
Otro de los inconvenientes que señalan de esta situación es el impacto económico, pues muchos de ellos llevan productos frescos que son perecederos y si no llegan en determinadas fechas, la carga quedaría completamente inservible.