El ministro de Defensa de España solicitó a los fiscales que investiguen los chats filtrados de oficiales militares retirados que supuestamente hablaban de disparar contra adversarios políticos y elogiar al difunto dictador general Francisco Franco.
Los mensajes de un grupo privado de Whatsapp fueron publicados por el sitio web de noticias Infolibre. Según los informes, fueron enviados por miembros de la clase de la Academia General de la Fuerza Aérea que comenzó a entrenar en 1963, cuando Franco aún gobernaba el país.
Algunos de ellos se encontraban entre las docenas de oficiales retirados que le escribieron al rey Felipe VI el mes pasado para criticar al gobierno de coalición de izquierda de España. Las cartas al monarca incluían algo del lenguaje utilizado por políticos de extrema derecha y expresaban su descontento con el gobierno “socialcomunista” encabezado por el primer ministro Pedro Sánchez y sus acuerdos con los partidos separatistas en el parlamento.
Ni el rey ni el palacio real han comentado la carta.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, dijo el jueves que tanto las cartas como los chats son «reprensibles» y que no representan la opinión de las Fuerzas Armadas españolas.
«Hay algunos que, disfrazados de miembros de una (fuerza) militar a la que ya no pertenecen, están tratando de poner al jefe de Estado en una situación complicada o están tratando de empañar el nombre de las Fuerzas Armadas», dijo a la prensa. .
Según Infolibre, uno de los participantes del chat de WhatsApp, mientras discutía sobre activistas que abogaban por la independencia de la región nororiental de Cataluña de España, escribió: “No hay otra opción que empezar a disparar a 26 millones (improperio)”.
En un momento, otro miembro del chat grupal se refirió a Franco, quien lideró una rebelión militar que condujo a la Guerra Civil española de 1936-39 y luego se convirtió en el dictador del país, como «el Irreemplazable».
El ejército fue la columna vertebral del régimen de Franco hasta la muerte del dictador en 1975. La transición pacífica de España a la democracia no condujo a una purga generalizada en sus filas como sucedió en otros países que emergieron de regímenes autoritarios.
En 1981, un intento de golpe de Estado por parte de algunos miembros de una fuerza policial paramilitar terminó cuando el entonces rey Juan Carlos I, padre de Felipe, condenó su complot en la televisión nacional.
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