El príncipe Felipe de Edimburgo ha fallecido este viernes, 9 de abril, a los 99 años de edad, así lo dio a conocer el palacio de Buckingham a través de un comunicado.
El duque se encontraba en el castillo de Windsor después de haber estado ingresado en el hospital hace apenas un mes. Hace escasos minutos, Buckingham Palace comunicaba la noticia vía comunicado oficial: «Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Alteza Real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor».
A punto de cumplir los 100 años el próximo junio, Felipe, quien nació como príncipe de Grecia y después adoptó el apellido Mountbatten, deja viuda a la soberana de Reino Unido tras más de 73 años de matrimonio, cuatro hijos en común, ocho nietos y once bisnietos, dos de ellos en camino.
Fue el 17 de febrero cuando el duque de Edimburgo ingresó en el hospital Edward VII, pero el 1 de marzo el marido de la reina Isabel lo abandonaba tras haber estado allí durante casi dos semanas para ser admitido en el St. Bartholomew´s Hospital. Allí no solo siguió con la medicación que se le administraba para tratar la infección de la que Buckingham informaba en un principio, sino que además se le hicieron diferentes pruebas para detectar una afección cardiaca preexistente.
Este es el motivo por el que fue trasladado de centro, ya que el St. Barth Hospital es uno de los principales del país especializados en cardiología. Hay que recordar que ya en 2011 fue tratado para solucionarle el bloqueo de una arteria coronaria, por lo que el equipo médico estaba especialmente preocupado por su corazón.