Dos niños han muerto aplastados por árboles derribados por culpa de los vientos huracanados de una tormenta eléctrica. El incidente ha tenido lugar este jueves en el sur de Austria donde al menos ha habido 15 heridos, dos de gravedad, según ha informado la televisión austriaca.
Las víctimas se han registrado esta tarde en la localidad de Sankt Andrä y en el lago homónimo, en el estado de Carintia. Allí, la Cruz Roja y los Bomberos buscaban a los desaparecidos debido a que la vestimenta de algunos desconocidos estaba flotando en el agua.
Las tormentas eléctricas habían causado problemas en las carreteras de Carintia y la colindante región de Estiria. Donde árboles derribados y cortes de electricidad forzaron el cierre al tráfico de algunos tramos y túneles de autopistas.
Las fuertes tormentas están atravesando Austria de oeste a este, alcanzando hasta 139 kilómetros/hora, y se espera que llegue también a Viena. Según ha informado el Instituto Central de Meteorología y Geodinámica (ZAMG).
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Se han desplegado tanto equipos de bomberos y como la Cruz Roja hasta la zona de recreo junto al lago Sankt Andrä. La más afectada hasta ahora, donde han caído numerosos árboles.
Se han desplazado hasta el lugar dos ambulancias de emergencia. Nueve vehículos de transporte de rescate, dos helicópteros, un equipo de intervención en crisis con 10 personas, policías y bomberos. El alcalde de la cercana ciudad de Wolfsberg, Hannes Primus ha declarado que la ciudad «parece un campo de batalla tras la violenta tormenta«.
Con información de 20 minutos
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