El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, condenado a cumplir una pena de cárcel por un antiguo caso de fraude y lavado de dinero, se encuentra en una institución penitenciaria de la región rusa de Vladímir, a unos 200 kilómetros al este de Moscú, informó hoy el secretario ejecutivo del Patronato Social de Presos (ONK), Alexéi Mélnikov.
«Tengo la información totalmente fidedigna de que Navalni llegó a la región de Vladímir para cumplir su sentencia», declaró a la agencia rusa Interfax, al señalar que en estos momentos se encuentra en cuarentena.
Este mismo domingo el defensor ruso de derechos humanos Ruslán Vajápov, afirmó a la agencia TASS que Navalni «fue trasladado a la ‘Colonia Penitenciaria No. 2’ de la ciudad de Pokrov«, en la región rusa de Vladímir, al señalar que esta información se difundió entre los presos del centro penitenciario.
Sin embargo, el activista añadió que solo se podría afirmar con absoluta certeza que el opositor se hallaba allí tras la visita de sus abogados.
«Esto despejaría definitivamente cualquier duda sobre la presencia de Navalni» en este centro de reclusión, señaló.
Navalni fue trasladado el pasado jueves de la prisión preventiva en que se encontraba desde mediados de enero a un centro penitenciario general, según informó su abogado, Vadim Kóbzev.
El traslado tuvo lugar después de que la Justicia rusa rechazara el pasado 20 de febrero el recurso presentado por los abogados de Navalni contra la pena de 3 años y medio de cárcel dictada contra el opositor por un antiguo caso penal de fraude y lavado de dinero.
Como es tradición en Rusia, ni los presos ni sus familiares conocen su destino hasta que concluya su traslado.
Los condenados en este país suelen ser trasladados durante días o semanas en vagones especiales, proceso conocido como «etapírovanie» y que es muy criticado por los defensores de derechos humanos por su falta de humanidad.
El traslado puede prolongarse durante semanas o incluso meses, ya que las distancias en Rusia pueden ser de miles de kilómetros, por lo que los presos realizan parada y posta en prisiones preventivas especiales repartidas por toda la geografía penitenciaria nacional.
Durante este proceso, los internos permanecen incomunicados, mientras la ley no obliga a las autoridades a notificar a las familias sobre su paradero hasta que estos lleguen a su nuevo destino.
La Unión Europea anunció esta semana que adoptará nuevas sanciones contra Rusia por la condena de Navalni, que fue envenenado el agosto de 2020 en Siberia con el agente químico Novichok, tras lo que estuvo en coma dos semanas y media en una clínica alemana.
Navalni acusa al presidente ruso, Vladímir Putin, de ordenar al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) que lo asesinaran.